Verde Luz| El sentimiento puertorriqueño como factor para la independencia de Puerto Rico


MIGUEL OJEDA 2014Por Miguel Ojeda Trinidad, Presidente PIP Vega Baja

El indiscutible triunfo de Monica Puig pone en evidencia la fibra más fina de la puertorriqueñidad.

Algunos reclaman ser más puertorriqueños que otros, pero la puertorriqueñidad en realidad nos corresponde a todos. Algunos están confundidos, otros aun no se han convencido, pero eventualmente cada uno hará una introspección y quedará convencido de las ventajas de la independencia de Puerto Rico.

Los independentistas, desde luego, reclamamos ser más genuinos que los demás porque rechazamos el mestizaje político de los populares con los americanos mediante  invenciones de trucos políticos de distintos nombres y épocas que no nos han llevado a nada. La entrega de los estadistas que quieren formar parte de un mundo ya hecho no les da espacio para negociar términos y condiciones para algo tan especial como lo es Puerto Rico.

Integrarse como estado es someterse a lo que ya ellos hicieron y acordado. De Puerto Rico querer ser estado, ya las reglas están hechas y dentro de la federalización mucho de lo que ellos hacen no es compatible con lo que la tradición y nuestras leyes locales nos han acostumbrado.

Uno de los ejemplos básicos es el voto por el Presidente de Estados Unidos. Para elegir nuestros funcionarios, un voto hace mayoría. Pero al Presidente de los Estados Unidos no se elige por mayoría de votos de electores, sino por distritos electorales, que es un concepto de masas y no de respeto a los ciudadanos en su derecho sagrado al voto. Por eso el mito de la superdemocracia americana es en realidad una microdemocracia llena de intereses y cortapisas.

Yo personalmente quiero que mi voto elija o elimine funcionarios directamente, que si un voto falta para romper un empate, que ese sea el mio. Los independentistas como yo no creemos en medias verdades, sino en firmes y completas soluciones para los problemas. La puertorriqueñidad no puede, por lo tanto, ser a medias como la de los populares que comparten el mito de la unión permanente y otros vericuetos que han sido desmentidas una y otra vez. Tampoco es compatible la puertorriqueñidad con el ideal de estadidad, porque son dos naciones distintas e incompatibles.

No podemos mirar la insuficiencia como un valor completo. No es real. Nos alegramos que todos celebremos a Mónica, pero se impone la reflexión si lo vamos a seguir haciendo en el futuro de la misma manera o de forma auténtica.

Somos un pueblo que cree en tener su propia delegación olímpica y en resolver nuestros hediondos propios problemas tapados con perfume barato de colonia extranjera. O esperando el próximo paso condicionado que se nos ofrezca de parte de quien es nuestra esclavista.

Vegabajeños en los candidatos a delegados en Primarias Republicanas


 

PPPR-Papeleta_Modelo_2016-Oficial

Por Thomas jimmy Rosario Martínez

El Partido Republicano  en Puerto Rico era anteriormente un club privado de pocos. Hoy día ha evolucionado con muchos participantes distintos que interesan participar de los procesos eleccionarios de Estados Unidos y apoyan, como puede verse, a la mayor parte de los candidatos a Presidente.

Hemos podido detectar a vegabajeños presentes como candidatos a delegado en la papeleta de votación, favoreciendo a Donald Trump y a Ted Cruz.

La votación se efectuará el domingo 6 de marzo, en dos colegios de votación, dependiendo del precinto donde esté inscrito.

Si es en el 18, votará en la Escuela Superior Lino Padón Rivera. Si es en el 19, el Colegio de Votación será en la Escuela José Gualberto Padilla.

Para muchos, la votación para elegir delegados es intrascendente, porque nadie en Estados Unidos vota directamente por el Presidente de Estados Unidos y en Puerto Rico ni siquiera tenemos un distrito electoral para sumar votos a alguno. Solo nos permiten participar en este proceso intermedio, pero por nuestra relación con Estados Unidos, que es real y no imaginaria, este es el unico medio mediante votos que podemos hacer sentir nuestro parecer. Elegir entre ser republicano o demócrata, es un asunto que cada persona determina de acuerdo a sus conocimientos sobre la historia de cada partido y sus candidatos a puestos públicos.

En 1980 ayudé a inscribir el Partido Republicano en Vega Baja con Obdulio Meléndez Mena. En 1984 participé en el New Democratic Party y posteriormente he votado en primarias demócratas.

En 2012 el Presidente del Partido Republicano local era Iván Hernández González, Alcalde. 

Camino a solucionar el status


 

TJRM por Edgardo Pabón

 

Por Thomas Jimmy Rosario Martínez

Cuando hablamos de nuestra relación con los Estados Unidos, inmediatamente nos percatamos que nuestro poder para negociar es desigual. Siempre lo ha sido y lo será, no importa la decisión final que tomemos.

Es casi unánime la percepción de que el Estado Libre Asociado no es lo que nos dijeron los políticos que era desde el principio ni era cierta  la representación que los americanos hizo ante el mundo de las posguerra en las Naciones Unidas. Siempre  lo dijeron los independentistas, los estadistas fueron condescendientes ante el temor de perderlo todo y ayudaron a mantener la colonia a través de los años. Los estadolibristas, mayormente dueños de los poderes locales no les importó perpetuar la gran mentira de que un ELA no solo no se podía culminar, sino que tampoco gobernaba en última instancia porque el poder residía en el Congreso de los Estados Unidos. 

La solución que mejor despeja el camino a nuestra verdadera independencia, soberanía y autonomismo es la independencia. Una vez libres, no tenemos que aceptar consejos, recibir consentimientos ni esperar que otros decidan finalmente si lo que hacemos lo podremos materializar. A la vez que un orgullo vano nos llena, es el estado político que más sentido de inseguridad nos brinda y nos hace vulnerables respecto a las demás potencias y países del mundo para recibir invasiones de ideas, gente y costumbres extrañas a nuestra idiosincrasia. El orgullo real no tiene que ver con estatus, tiene que ver con la puertorriqueñidad que ha sobrevivido en la colonia y sobrevivirá en la estadidad. 

Siendo una colonia  sin poder, no sé como podremos trabajar una alianza libre y voluntariamente con los Estados Unidos de América para hacer un estado intermedio que cumpla con los requisitos internacionales para la liberación de las naciones del colonialismo. La libre asociación, por ejemplo, la tenemos que negociar a partir de la independencia y no antes, porque si no, seremos una parte débil en una negociación. Y no podremos esperar paternalismo de los que tienen que defender la nación de allá, mientras nosotros habremos de defender la de acá.

No nos engañemos. La ciudadanía de Estados Unidos de América no podrá ser objeto de negociación. No podrán quitárnosla a los que la tenemos, pero es posible que los que la ratifiquemos no podamos votar en las elecciones ni tener beneficios de ciudadanos en Puerto Rico. Inmediatamente nos convertiremos en extranjeros en nuestra tierra a menos que se cree una doble ciudadanía y nos permitan a los que continuemos siendo ciudadanos de Estados Unidos de América ser ciudadanos de la República de Puerto Rico o del Estado de la Libre Asociación de Puerto Rico. 

Si tenemos recursos económicos, podremos continuar participando del Miss Universe Contest, que es una entidad privada con fines pecuniarios que nada tiene que ver con tratados internacionales, que funciona a partir de franquicias privadas. Igual, lo que nos produce orgullo de vez en cuando y bochorno en otros momentos nos permitirá enviar una delegación costosa de atletas y competidores a los eventos olímpicos internacionales.

Si luchamos por ser parte de la nación más poderosa del mundo, nos nos podrán tratar con discrimen y cuando eso ocurriese, habrá todo un sistema de justicia federal para combatirlo. Si nuestros competidores son verdaderamente excelentes, tendrán un filtro dentro del deporte de Estados Unidos lo que les obligará a probarse mucho más para pertenecer a una delegación mejor estructurada y de mayores posibilidades para la excelencia. Y si nuestras jóvenes son de las más inteligentes y bellas del mundo, no sólo serán Miss Puerto Rico, sino Miss United States y desde luego, continuaremos produciendo reinas para el mundo.

Hay quien plantea el puertorriqueñismo como algo que se va a perder en la estadidad. No conozco ningún estado que no celebre sus tradiciones y su cultura particular. De hecho, eso es lo más que me  gusta de los vecinos del norte. Cuando voy a Florida, voy a los lugares de los indios y a la ciudad de San Agustín, donde hay cinco naciones en su pasado. Cuando visité New Mexico, igual fui a los pueblos que se establecieron antes de la modernidad. Plymouth en Massachussets, los museos en Washington y Nueva York y muchos más espacios culturales de la historia particular que en muchas ocasiones son subsidiados por el dinero federal.

Dejémonos de sueños imposibles. El pasaporte americano es uno de los mejores haberes o bienes que puede tener cualquier ciudadano del mundo. La ciudadanía americana es valuada muy bien en todas las partes del mundo por sus posibilidades. Si no, pregúntele a los inmigrantes ilegales o a los que de todas las parte del mundo arriesgan su vida, su salud y su integridad por conseguirla. No mantenerla para las próximas generaciones de puertorriqueños es un crímen moral para nuestras próximas generaciones.

Yo creo que exigir la estadidad nos da una certidumbre real de cómo seríamos si fuéramos un estado en igual circunstancias que los demás. Supongo que nuestro ineficiente y confiscatorio sistema contributivo podrá ser estructurado lógicamente dentro de un federalismo que nos costará como contribuyentes, pero con mejores resultados a corto y largo plazo que lo que tenemos y aun mucho más real que con los pajaritos preñados que otros que nos han presentado como solución.

Teorías| Plan Tennessee


hernan-padilla

Estrategias para la estadidad

Y a que la administración del Partido Popular Democrático (PPD) rehúsa cumplir con los requisitos para celebrar un referéndum que “resuelva” la indefinición del estatus, los candidatos del Partido Nuevo Progresista (PNP) tienen la responsabilidad de presentarle al pueblo los planes y estrategias para lograr la estadidad luego de las elecciones de 2016.

Por igual, cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad y el derecho constitucional de expresar nuestra opinión sobre esas propuestas, sin que ello implique una crítica personal al partido ni a sus candidatos. La verdadera democracia depende de que haya la libertad para discutir, en un plano de respeto mutuo, toda estrategia que sirva para adelantar la estadidad para Puerto Rico.

En mi columna sobre un Plan PR-Tennessee de abril de 2014 opiné que aunque el pueblo rechazó el consentimiento al estatus territorial y apoyó la estadidad en el plebiscito de 2012, un Plan Tennessee no podría implantarse bajo un gobierno colonialista de tendencias separatistas. Así fue.

En un referéndum celebrado en Tennessee en 1795, el 75% votó a favor de la unión. Posteriormente, el gobernador convocó una Convención Constitucional, adoptaron la Constitución y la Carta de Derechos del Estado, y “eligieron por adelantado dos senadores y un congresista”, convirtiendo a Tennessee en un territorio organizado antes de solicitar su admisión al Congreso. En el caso de Alaska, entre 1943 y 1953 se intensificaron las gestiones a favor de la estadidad y en 1946 la estadidad obtuvo mayoría en un referéndum y en 1955 “eligieron delegados” para cabildear en el Congreso.

Según Luis Dávila y Rubén Cerezo (“Breakthrough from Colonialism”) los pasos básicos del Plan Tennessee incluyen: radicar una solicitud de admisión y que el Congreso no la atienda; “celebrar elecciones” para funcionarios estatales, senadores y representantes congresionales; y enviar la delegación a exigir la estadidad.

El caso de Puerto Rico es muy distinto. Tennessee no era un territorio organizado. A penas tenía 77,000 habitantes en 1796. Puerto Rico es un territorio organizado, “incorporado de-facto”, que cumple con los requisitos para ser admitido, incluyendo la Constitución, la Carta de Derechos y una forma de gobierno republicana aprobadas por el Congreso. Aún así, no disfrutamos de la igualdad de derechos y progreso de los estados.

Para que una delegación tenga carácter oficial en representación de todo el pueblo de Puerto Rico no debe ser designada como un mero comité de cabildeo. Si la misma fuera a pedir admisión como estado, debe de ser electa para que sea reconocida por el Congreso. Cualquier ciudadano americano tendría el derecho a reclamar un proceso de elección que cumpla con las leyes. Para cumplir con la Constitución y la doctrina de “one man one vote” será necesario una redistribución electoral para distritos senatoriales y congresionales, nominación, primarias si fuera necesario, elección de delegados, legislación que defina su función, mandato y la asignación de los fondos necesarios.

Para acelerar el proceso de admisión es fundamental que la nueva administración estadista en 2017 haga gestiones para que se celebre un referéndum usando los fondos y la legislación aprobados por el gobierno federal para que los ciudadanos americanos residentes en Puerto Rico le demuestren al Congreso y a nuestra nación que queremos y exigimos ser el Estado 51. Ignorar esa realidad sería en detrimento a nuestro reclamo.

Nuestra lucha y estrategia para lograr la estadidad debe atemperase a la realidad política, desarrollo histórico y proceso de integración de Puerto Rico a la nación Americana. Una estrategia de presión sin haber agotado el mecanismo del referéndum que nos brinda el Congreso sería contraproducente y podría atrasar el proceso para lograr la estadidad.

Después del plebiscito hay que presentar un Acta de Admisión o Acta Habilitadora, entre otras opciones de admisión. Pero si el Congreso no toma acción en un plazo razonable, debemos exigirle contundentemente que admita a Puerto Rico como estado.

La Estadidad=Ciudadanía Americana Garantizada


TITO CORDERO

Por Tito Cordero

El PPD no quiere que sepas la verdad por eso dicen y alejan que la ciudadanía americano te la dio el llamado ELA .

La verdad es la siguiente, el Congreso otorgó la ciudadanía americana a los nacidos en Puerto Rico a través de la Ley Federal Jones en el 1917.

Esto es 35 años antes del llamado ELA . Esa es la verdad . Notitas del saber rumbo al Estado 51.

Desde mi palomar: Buscando la unidad local en el PNP


Esmyrna Myrna Vega
Esmirna Myrna Vega

La tecnología es algo impresionante, va sustituyendo una cosa por la otra. Hoy pude escuchar una emisora radial por internet, ya que no uso radio. El señor Juan Pablo Silva entrevistó a uno de los candidatos a la alcaldía de Vega Baja por el PNP el señor Tito Cordero, a quien respeto y aprecio.

Uno de los puntos que tocaron fue el hecho de que reunieran el actual Presidente del Partido Nuevo Progresista de Vega Baja, el señor Jose Galan y Tito Cordero para reorganizar el partido, algo bien difícil que se vea pero no imposible. Don Tito siempre indicó su disponibilidad en respaldar y ayudar al actual presidente en la reorganización.

La unión en este momento es algo muy importante dentro del partido, más aún cuando luego de unas primarias haya tan poco tiempo para intentar sanar heridas y contentar a los que fueron sus oponentes. A esto se incluye el Vicepresidente del Partido el señor Miguel Angel Figueroa Aifd quien también aspirará a la posición tan anhelada.

Opino que haya o no primarias, hace falta unidad para luego de ese momento tan crucial, no existan malestares y todos apoyen a quien prevaleció. Aunque de mi parte pienso que unas primarias a estas alturas sería un arma de doble filo para el partido. Vega Baja está muy afectado por el pasado y unas primarias puede crear desconfianza en muchos electores. Más aún cuando hay un cuarto aspirante fantasma. Pero de haberlas…hay que crear primero unidad, respeto, disciplina y tolerancia.

Miguel Ojeda: Los melones nunca fueron independentistas…


miguel ojedaEl melón nunca fue independentista. Son los oportunistas que cogen prestigio y formación política Para congraciarse con los populares y buscar posiciones. Ejemplos como Vance Thomas e Hiram Meléndez lo dicen todo.

Hay que ser íntegro. No hablen del PIP y arreglen su partido de los Misla, los Castro Font y otras mas. Si eres popular sanea a ese partido del oportunismo patriótico para atraer votos independentistas como las Carmen Yulin, los Vega Ramos y los Hernández Colón y otros más de la fauna pavística. No tiren piedras al techo ajeno cuando los suyos son de cristal.

Las cosas hay que ponerlas en su justa perspectiva. El PIP no debe ser su foco de ataque. El enemigo común es la colonia y hay que atacarla y la representa la cúpula popular.

El voto de los residentes extranjeros en Puerto Rico: acercamiento legal y oportunismo político


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Por Alejandro Torres Rivera, vegabajeno

Alejandro Torres RiveraEn ocasión de la visita a Puerto Rico de una delegación de la hermana República Dominicana encabezada por su presidente, Danilo Medina, el Gobernador de Puerto Rico manifestó la posibilidad de que su gobierno promueva cambios en la legislación electoral vigente que permita a los extranjeros residentes en el país ejercer el derecho al voto en las próximas elecciones generales.

Señala el Gobernador que a toda persona que hace su vida en Puerto Rico y a la cual le afectan las decisiones que se toman en el País, se le debe reconocer el derecho a decidir quiénes han de gobernarle.

Que sepamos, al presente, el Partido Popular Democrático, por conducto de sus legisladores, no ha presentado iniciativa legislativa alguna al respecto. Tampoco conocemos de alguna iniciativa formal del Poder Ejecutivo, más allá de los comentarios del Gobernador, enviando a la Asamblea Legislativa una pieza de tal naturaleza proponiendo enmiendas a la Ley Electoral vigente, Ley Núm. 78-2011, bautizada por sus autores como el “Código Electoral para el Puerto Rico del Siglo XXI”.

Ciertamente, no era necesario que llegara a la Asamblea Legislativa un Proyecto de Ley en tal dirección para que comenzara a generarse el debate en el país. El mero anuncio de la propuesta ha sido suficiente.

El gobernador Alejandro García Padilla ha señalado que nada hay en la Constitución del ELA que le impida a la Asamblea Legislativa conferirle a extranjeros en Puerto Rico que no gocen de la ciudadanía estadounidense o puertorriqueña el derecho al voto en las elecciones generales. A los fines de aproximarnos a la discusión de la idea lanzada por García Padilla, veamos antes cuál es el estado normativo sobre el ejercicio del derecho al voto en Puerto Rico para más adelante, teniendo claras las premisas, discutir la deseabilidad de la implantación de la propuesta formulada por el Gobernador y sus implicaciones.

I. El estado normativo en Puerto Rico:

La Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, en su Carta de Derechos, Artículo II, Sección 2, dispone: “Las leyes garantizarán la expresión de la voluntad del pueblo mediante el sufragio universal, igual, directo y secreto, y protegerán al ciudadano contra toda coacción en el ejercicio de tal prerrogativa.” Por su parte el Artículo VI, Sección 4, dispone en su segundo párrafo: “Será elector toda persona que haya cumplido dieciocho años de edad, y reúna los demás requisitos que se determine por ley. Nadie será privado del derecho al voto por no saber leer o escribir o por no poseer propiedad.”

Un examen sencillo de lo antes dispuesto nos permite concluir que en Puerto Rico el voto será universal, igual, directo y secreto; que corresponde a la Asamblea Legislativa, por ley, garantizar “al ciudadano” que así sea, incluyendo que su ejercicio sea libre de toda coacción; que el elector cuente con 18 años de edad al momento de ejercer el voto, y cumpla con otros requisitos que se dispongan por ley; y finalmente, que no se limitará el voto a aquellas personas que no sepan leer o escribir, o a aquellas que no posean propiedades.

La Ley Electoral vigente contempla en su Artículo 6.003 (Requisitos del elector) que podrá votar en Puerto Rico toda persona que sea “ciudadano de los Estados Unidos de América y de Puerto Rico domiciliado en la jurisdicción de Puerto Rico y que a la fecha del evento electoral programado haya cumplido los dieciocho (18) años de edad, esté debidamente cualificado con antelación a la misma, y no se encuentre incapacitado mentalmente según declarado por un tribunal.” Los requisitos sobre domicilio los contempla la Ley en su Artículo 6.004. Para aquellas personas que se encuentran en Puerto Rico prestando servicios en las Fuerzas Armadas, o cursando estudios o trabajando temporalmente, aún cuando cumplan con las demás exigencias del Artículo 6.003, no tendrán derecho al voto si no establecen en Puerto Rico su residencia “y hace manifiesta su intención de allí permanecer”, la cual será determinada “a base de la voluntad del elector.”

De acuerdo a lo resuelto por el Tribunal Supremo de Puerto Rico en Ramírez de Ferrer v. Mari Brás, 97 JTS 134 (Opinión de 18 de noviembre de 1997), le compete al gobierno de Puerto Rico la reglamentación del derecho al voto. Tal derecho, afirma el Tribunal, es “privativo” del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Señala el Tribunal Supremo de Puerto Rico que dicha autoridad ha sido también reconocida por el Tribunal Supremo de Estados Unidos en el caso de Rodríguez v. Popular Democratic Party, 457 US1 (1982). Allí el Tribunal Supremo de Puerto Rico indica que el más alto foro federal, luego de señalar la necesidad de darle deferencia al método que se estableciera en el sistema electoral en Puerto Rico, se expresó indicando que en ausencia de claras limitaciones constitucionales, Puerto Rico es libre de estructurar su sistema político a los fines de cumplir sus particulares situaciones y circunstancias políticas.(“Absent some clear constitutional limitation, Puerto Rico is free to structure its political system to meet its special concerns and political circunstances.”).

A diferencia del derogado Artículo 35 de la Ley Orgánica de 1917 (Ley Jones) que, entre otras exigencias, requería como condición para el ejercicio del derecho al voto en Puerto Rico que el elector fuera ciudadano de Estados Unidos, ni bajo la Constitución adoptada en 1952, ni bajo la Ley de Relaciones Federales con Puerto Rico, subsistió tal requisito. Según lo formula el Tribunal Supremo de Puerto Rico, la facultad para determinar quién puede ejercer el derecho al voto en nuestro País la condiciona la Constitución, “incluyendo su Carta de Derechos”, aunque allí también expresa el Tribunal, por razones evidentes, “estamos comprometidos a interpretar en forma armoniosa con la de Estados Unidos.”

En su conclusión sobre el ámbito de las facultades de Puerto Rico para determinar lo concerniente al proceso electoral y la capacidad de sus electores, la Opinión indica: “…el poder de determinar los requisitos, para ejercer el derecho al voto en nuestra jurisdicción, corresponde esencialmente al Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Se trata de una amplia facultad para determinar y reglamentar todo lo concerniente al proceso electoral, incluyendo identificar quiénes son los electores capacitados.”

El derecho delegado a la Asamblea Legislativa por la Constitución del ELA para establecer otros requisitos que debe cumplir una persona para ser elector, indica el Tribunal Supremo, “no es una carta blanca, ni es absoluta.” Señala a tales efectos que cualquier “obstáculo al voto debe ser objeto de escrutinio judicial vigoroso, más con la debida atención a dar el debido peso a los intereses apremiantes del Estado.” De lo anterior se deduce que, partiendo del principio general de que en Puerto Rico el sufragio es universal, habría que delimitar primero, al examinar la propuesta de García Padilla, si la ampliación que pretende del derecho al voto a personas extranjeras que no sean ciudadanos de Puerto Rico o de Estados Unidos, sean estas personas con su estatus migratorio legalizado o no, cumple con algún interés apremiante del Estado.

II. Aspectos políticos y sociales de la propuesta

Si tomamos en cuenta la premisa de que el ámbito del poder de reglamentación del Estado Libre Asociado de Puerto Rico en materia electoral, además de lo dispuesto en la Constitución, requiere la existencia de un interés apremiante del Estado en la exclusión del voto a personas en Puerto Rico, antes de formular una propuesta de extensión del referido derecho al voto, deberíamos contestarnos primero que todo algunas preguntas.

Por ejemplo, podríamos plantearnos qué tiene mayor “interés apremiante” para el Estado: (a) ¿El derecho al voto de los extranjeros en Puerto Rico mientras no se reconoce el derecho al voto a los nacionales puertorriqueños fuera de Puerto Rico? (b) ¿El derecho al voto a extranjeros con su estatus migratorio legalizado conforme a las leyes de inmigración aplicables a Puerto Rico, frente a aquellos extranjeros que al ingresar al País lo hicieron en violación o desafío de leyes que no son puertorriqueñas y que en primera y última instancia determinan quién entra o no legalmente a Puerto Rico, acentuando así el régimen colonial imperante en el País? (c) ¿Cuál específicamente es el interés que el Estado se propone proteger para dichas personas? (d) ¿Se atiende en efecto tal alegado interés con el mero hecho de que se les extienda el derecho al voto, o se trata de personas contra las cuales es necesario hacerles justicia desde el punto de vista de derechos y protecciones sociales de las cuales el Estado les priva por razón de que no ostentan la ciudadanía puertorriqueña? (e) ¿Si el problema es que se les reconozca el derecho a votar, por qué no se establece un procedimiento a través del cual esas personas puedan nacionalizarse como ciudadanos puertorriqueños para así gozar de aquellos derechos que devenga el tenedor de dicha ciudadanía?

Me parece que haber lanzado la idea del voto de los extranjeros en Puerto Rico por parte del Gobernador aprovechando la presencia en Puerto Rico del Presidente dominicano en una realidad donde el mayor número de extranjeros residiendo en Puerto Rico son nuestros hermanos antillanos dominicanos, deja ciertamente un mal sabor a oportunismo. ¿Por qué si García Padilla consideraba correcta tal idea, la misma no fue objeto de propuesta al País en alguna de sus comparecencias públicas anteriores a la visita del dignatario dominicano; o mediante el envío oportuno a la Legislatura de un proyecto de administración; o fomentando un debate en torno al tema de nacionalidad y ciudadanía que incluso vaya más allá, considerando el mismo dentro del marco del derecho al voto de los nacionales en un proceso de libre determinación con arreglo a la normativa establecida bajo el derecho internacional vigente?

Precisamente, en momentos en que sectores soberanistas del Partido Popular Democrático, e incluso algunos no tan soberanistas pero que fungen de promover el desarrollo de mayores poderes políticos para el ELA, reclaman de Estados Unidos el derecho de Puerto Rico a controlar los aspectos migratorios, ¿dónde está la posición del Gobernador y de la Junta de Gobierno del PPD sobre tales exigencias? ¿Y si es positivo el control de nuestros asuntos migratorios, fortaleciendo los deberes y obligaciones que derivan del derecho al voto y junto con ellos, el fortalecimiento de nuestra ciudadanía puertorriqueña, por qué no ha de ser igualmente positivo ir más allá, reclamando ese mismo derecho a regir nuestra propia vida como pueblo en tantos otros aspectos necesarios en nuestro quehacer diario?

Desde la otra orilla del PNP ya se ha lanzado al ruedo del debate el comisionado residente, Pedro Pierluisi, levantando de inmediato la bandera de la defensa de la ciudadanía estadounidense como si el ejercicio al voto en Puerto Rico dependiera de ser ciudadano de dicho país. Aparentemente, el exsecretario de Justicia de Puerto Rico y hoy Comisionado Residente no ha leído recientemente la jurisprudencia establecida en el caso antes citado de su correligionaria Miriam Ramírez de Ferrer. Allí se indica, citando múltiples casos federales, así como escritos de importantes estudiosos del derecho constitucional en Estados Unidos, que “la condición de ser ciudadano de Estados Unidos no ha sido históricamente la fuente de la mayor parte de los derechos y obligaciones primordiales que tienen aquellos que forman parte de la colectividad norteamericana y que están sometidos a su autoridad.”

En lo que respecta al derecho al voto, indica el Tribunal que si bien un estado puede exigir el requisito de la ciudadanía estadounidense como condición para el derecho al voto, tampoco está obligado a ello. En consecuencia, el voto de extranjeros que no sean ciudadanos estadounidenses en Puerto Rico no tiene nada que ver con los derechos fundamentales garantizados por la Constitución de Estados Unidos o la de Puerto Rico a los residentes en nuestro País. Asumir ese debate desde el punto de vista que lo formula el comisionado Pierluisi no es sino un sofisma.

Para optar como candidato a ser Comisionado Residente de Puerto Rico en Washington, ciertamente es necesario cumplir con el requisito que impone el Artículo 36 de la Ley de Relaciones Federales con Puerto Rico. Éste específicamente exige ser “ciudadano de buena fe de los Estados Unidos” para optar a dicho cargo electivo. Esto, sin embargo, en forma alguna supone que para votar por el Comisionado Residente, el elector tenga que ser ciudadano estadounidense, mucho menos limita la facultad de la Asamblea Legislativa de Puerto Rico, si así fuera el caso, de establecer dos papeletas separadas donde figuren los candidatos a Gobernador y Comisionado Residente. Si ha de haber ataques constitucionales a la propuesta que impulsa el Gobernador, no debería ser sobre estos aspectos.

Ciertamente, independientemente de sus motivaciones, debemos asumir el debate sobre la idea propuesta por el Gobernador. Pero ha de ser libre de oportunismos, sofismas y mucho menos prejuicios o argumentos xenofóbicos hacia sector alguno extranjero residente en Puerto Rico. Llegará el día en que, además, el debate sobre la ciudadanía, la ciudadanía dual o la reciprocidad de ciudadanía adquiera en Puerto Rico una dimensión distinta, todo ello en el marco del ejercicio real de los poderes soberanos del pueblo puertorriqueño, ya sea en la independencia o bajo un Tratado de Libre Asociación con Estados Unidos.

* El autor es abogado laboral con práctica sindical y dirigente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano. Fuente: Claridad

 

Los velagüiras de la Navidad


maray
Por Maray Bonilla Martínez

 

 

!Han aparecido como por arte de magia !. SI, si, si, me refiero a esos políticos que estuvieron perdidos desde el mismo dia de las elecciones y de momento andan pululando por las redes sociales, enviando tarjetas por correo, mensajes de texto ! Es obvio que estamos en periodo preelectoral ! Los velagüiras !

Perspectiva: Vaticinio político para Vega Baja


Por Thomas Jimmy Rosario Martínez, Director Ejecutivo

Thomas Jimmy Rosario Martínez 2013NIngún análisis de la historia está completo si no proyectamos el estudio al futuro. Revisitar la historia es instructivo, y nos da el sentido de pertenencia que el alcalde Marcos Cruz ha proclamado como una meta para los vegabajeños en una reciente entrevista en Primera Hora.

EINSTEINPero los sueños y las metas son el futuro. Einstein decía que la imaginación es más importante que el conocimiento. Rukmini, Walter Mercado y otros mercaderes de la esperanza nos hacen creer que tienen habilidades para pronosticar así como muchos pastores para profetizar, pero no ha habido un ser humano conocido que pueda anticipar lo que va a ocurrir de forma continua y asertiva.

Hay aciertos que pueden ser coincidencias, productos de la lógica o de la suma de probabilidades, pero el futuro, por tener tantos factores accidentados e inusitados, puede seguir su curso a nuestro entender lógico o ilógico, pero nunca  totalmente predecible.

La mejor forma de lograr un mejor futuro para nuestra ciudad es haciendo los estudios pertinentes y no improvisar. Habrá cosas buenas que salgan espontáneamente y nos sorprendan y agraden, de la misma manera que si no cuidamos detalles, podremos ver el deterioro de nuestras instituciones, infraestructura y moral en general.

A veces culpamos a nuestras autoridades estatales y municipales, a las instituciones que nos protegen y cuidan, pero nos olvidamos que los que manejan los asuntos públicos tienen prestado el poder por un tiempo, que en las democracias como la nuestra, el poder es nuestro. Los derechos nos permiten el acceso y el compartir el poder, pero también hay deberes y obligaciones que el ciudadano debe cumplir y compartir.

Si todo sigue el curso normal, podemos imaginar lo que puede pasar:

Política partidista

En Vega Baja hay tres partidos políticos que comparten el poder ejecutivo y el legislativo, pero las fuerzas de gobierno son más que eso. En los dos últimos años la labor administrativa del alcalde ha sido muy buena, de mucha actividad y estabilidad fiscal.

LUIS MELENDEZ CANO LUIGI LEGISLATURA MUNICIPAL 130119 (110)Edgar Santana RiveraIvan Hernandez, Alcalde de Vega Baja 2011-2012

Hemos dicho antes que ha utilizado el poder para reforzar nuestra autoestima colectiva, lacerada por doce largos años por personas que nos pusieron en vergüenza pública. Antes de eso sufrimos una larga incumbencia de un querido y respetado alcalde pero que limitaba las posibilidades de la participación. Los últimos años fueron en decadencia hasta que un inepto llegó a la alcaldía por un partido distinto.

MARCOS CRUZ FOTO OFICIALEn este momento en que el poder estatal está en manos de los populares y que parece que no tienen oportunidad de repetir triunfo electoral, hay quienes tienen esperanza en la ola azul para llevarse la administración municipal que dirige Marcos Cruz Molina. Pero eso no opera como en el pasado del muñocismo donde había un copo total. El factor local es el que le pone los colores partidistas a los municipios y los municipios se los ponen a los distritos representativos y senatoriales, al cargo de Gobernador y el del Comisionado Residente. 

La situación de Vega Baja actual es que el alcalde no tiene contrincantes dentro de su propio partido y la oposición del único partido con posibilidades de prevalecer no es efectiva, creíble ni coordinada. La conclusión lógica es que si Marcos Cruz se postula para una reelección, gane nuevamente.

PNP_logoLa fórmula para que el PNP gane no está presente. Para comparar, los ejemplos históricos son importantes. En los pasados cuatro años antes de posicionarse como alcalde, Cruz estuvo desde su escaño legislativo creando una oposición efectiva sobre una administración municipal corrupta hasta el tuétano,  lanzando ideas, utilizando medios para proyectar y hasta logrando que se le aprobaran medidas de su autoría en una soledad casi absoluta de un solo escaño como minoría. Cuando llegó a la alcaldía tenía un conocimiento profundo de las administraciones precedentes, Incluyendo la de Luisito Meléndez, en la que participó como Ayudante Especial.

VICTOR RAMOS CON DUHAMEL ADAMESMINERVA FIGUEROA LEGISLATURA MUNICIPAL 130119 (2)La oposición del Partido Nuevo Progresista consiste de dos legisladores municipales prácticamente desconocidos en su pensamiento. Minerva Figueroa, con una experiencia de diez años y Duhamel Adames, quien llegó a ser Vicepresidente en el cuatrenio anterior. Minerva ha estado quebrantada de salud, pero nunca ha sido una activista muy dinámica dentro de la institución legislativa. Adames, por su parte, tiene interés en la legislatura estatal, por lo que no se destaca  mucho con los asuntos locales.

GALAN Y ANGEL ABDIELEl Presidente del Partido Nuevo Progresista está haciendo lo que puede para consolidar las fuerzas, pero no goza dentro de la feligresía de una aceptación general. Al ganar, las fuerzas quedaron muy divididas y tal parece que administra la presencia del Partido pero no una oposición eficaz y creíble. De los demás que tienenangel abdiel rodriguez nazario posiciones oficiales, hay que reconocer al Presidente de la Juventud, Angel Abdiel Rodríguez, quien a la par de prepararse profesionalmente, ha realizado labor social y estrategias que han puesto a la administración municipal a mitigar daños de imagen al no hacer las cosas a tiempo.

Pero la realidad es que habrá que esperar. Quedan 23 meses para la próxima elección. Marcos tiene a su favor  conocimiento, inteligencia, dedicación y es un gran facilitador de ideas ajenas. Su carácter introvertido le permite prepararse para plantear situaciones y controlar issues sin excesos.  Eso es lo que se llama en inglés «complete package». La palabra que más le describe es  cabal, porque la traducción tiene una connotación distinta que no se le puede atribuir a él, pero tal vez sí a algunos otros políticos del patio.