Por Thomas Jimmy Rosario Martínez Investigadores de la Historia Vegabajeña
La fotohistoria vegabajeña es un invento de nuestros lares. Es único en el mundo, como es única nuestra historia y nuestro gentilicio.
Tenemos la fortuna de que nuestra historia en imágenes se está contando, lo que nos da una idea de las grandes personas que han producido las imágenes y las siguen produciendo.
La fotohistoria es algo más que la fotografía y el fotoperiodismo. He buscado los orígenes de este nombre y solo se menciona en España, pero la fotohistoria vegabajeña es algo que solamente se encuentra en la línea imaginaria de nuestras fronteras vegabajeñas y tiene sus propias características.
En busca se una definición cercana a la realidad se me ocurren cuatro elementos para describir a un fotohistoriador. Comienzo por la acción, que es quien la produce. Creo en la idea de que la gallina vino primero que el huevo. Dios pensó primero en lo que iba a hacer y luego pensó en la reproducción de la especie.
Un fotohistoriador vegabajeño, es pues, una persona que capta imágenes con cámaras u otros instrumentos de temas relacionados con Vega Baja.
Tiene que ser una persona y no una máquina, ni la naturaleza, la que aprieta el obturador o la función generadora de imágenes. Aun dejando en automático una cámara, todo equipo moderno creado por el ser humano está diseñado en ultima instancia para la programación, lo que significa que la nada no produce imágenes aunque el equipo haga todo el trabajo. No hay pues, objetos fotohistoriadores. Por autonomasia, supone un historiador que produce fotografías o imágenes.
Cuando insertamos la frase de que capta imágenes con cámaras u otros instrumentos es que existen muchos equipos más allá de las cámaras para producir imágenes y tienen que estar incluidos en cualquier definición. De hecho, la palabra cámara como se definió originalmente, no significa, literalmente, con lo que hoy retratamos.
Por útimo, para ser fotohistoriador vegabajeño, tiene que tomar imágenes de temas vegabajeños. Puede haber nacido en Vega Baja, vivir en Vega Baja y tomar fotos de otros temas, lo que no le hace un fotohistoriador vegabajeño. El fotohistoriador vegabajeño tiene que tener un compromiso con su pueblo para poder llamarse como tal.
La definición entraña el primer principio del fotohistoriador vegabajeño. Los fotohistoriadores vegabajeños tienen una historia, tienen una presencia en nuestra ciudad constante y son producto de una tradición de buenas personas que los precedieron quienes crearon las bases para que se diera la coyuntura social del recuerdo mediante imágenes.
Nuestro propósito es perpetuar la historia. Mi padre es solo uno de los fotohistoriadores vegabajeños que han dado sus mejores años a vincular a los residentes con su vida, su cultura y su historia. Afortunadamente tenemos muchos más que hemos tomado su semilla y nutrido este pueblo de un escudo para la amenaza siempre existente de pérdida de memoria colectiva. Los Ricardo Salvá, Robert Rivera, Luigi, Edgar Freytes, Mily Navedo y muchos más siempre están listos para esa tarea.
Hay muchos espacios de nuestra historia y muchos ángulos para tomarla. El presente es el pasado del futuro. En cada uno de los segundos de Vega Baja cabe al menos una imagen .


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