Pinceladas para la historia de Vega Baja y Sabana # 6
Por Luis Mejías Astol


Corrían los años de 1958 al 1963 cuando un grupo de amigos solían ir a la ribera del Rio Cibuco, donde se encontraba la represa; a darse un chapuzón en sus refrescantes y casi puras aguas. La represa detenía la corriente de agua y se producía una gran piscina de aguas transparentes y cálidas. Allí con algarabía jugaban los jóvenes y niños que dominaban la natación. Ese era el natatorio donde los maestros, los más grandes y expertos enseñaban las destrezas, sin cobrar un centavo. y no habían clubes, ni asociaciones pendientes a cobrar un chavo, era la buena intensión de que se aprendiera a nadar y todos nos sentíamos dueños de ese cuerpo de agua. Allí no se tiraba un cacharro, un papel, una lata y cuando la fuerza del agua arrastraba objetos que representaran peligro para los bañistas, el primero que lo viera con fuerza y entusiasmo pa’ fuera lo sacaba.
Muchas veces en el pastizal sentados muchas preguntas nos hacíamos sobre el puente por donde pasaba el tren cruzando el Cibuco. Hoy después de cerca de 55 años y de una intensa búsqueda de información y data sobre la posible construcción del puente que cruzaba el rio Cibuco por donde pasaría el tren de circunvalación y de muchas imaginaciones de todos aquellos que se bañaban en la represa y casi debajo del puente, me parece haber encontrado los datos y respuestas que corresponden a esa serie de incógnitas y preguntas que nuestro corillo tenia.
Este proyecto se planificó cerca de 1890-1891 y estaría su construcción a cargo de Bernstein. Constaba el mismo de 20 metros de longitud sobre el Rio Cibuco en el km. 43.497 con un alzado general y perfil longitudinal de altura de 50 pies. Los kilómetros se señalaban a partir de la estación del tren de San Juan a lo largo de la construcción de la vía del tren alrededor de la isla.
