

Su carácter suave y amable pero con gran interés nos sirvió de bienvenida para conocer detalles de la vida profesional y parte de su rol en la vida. Ella es Nilda González Navedo, quien fuese telegrafista en Vega Baja por más de catorce años en este pueblo y otros tantos más en varios municipios del área norte como Vega Alta, Bayamón, San Juan etc.
Doña Nilda, oriunda de Arecibo, estudió en el Colegio Royal de esa ciudad, tomando cursos de taquigrafía, mecanografía y archivo.
Con respecto a su labor, nos comenta que además de enviar mensajes, el telégrafo enviaba notificaciones para nombramientos de maestros, envío de giros y otros como la notificación de los números ganadores de la lotería. Relata a manera de anécdota como muchas personas temían la llegada de un telegrama a sus hogares ya que se les asociaba con malas noticias como fallecimientos de seres queridos o familiares heridos en guerras.El telégrafo en nuestro pueblo se encontraba contiguo a su vivienda y el gobierno pagaba la misma como un beneficio adicional a su sueldo regular. Recuerda ella que el costo de un telegrama de 14 palabras eran 35 centavos y 2 centavos por palabra adicional. Se contaba cada palabra desde el nombre hasta la firma. Esta luchadora vegabajeña por adopción laboro con un sin número de personas durante su trayectoria en el servicio público pero de su trabajo en Vega Baja, recuerda con cariño especial a dos de ellos tristemente ya fallecidos: Miguel Angel Narvaez y a Baudilio («Don Bayiyo”) ambos encargados de la entrega de mensajes, quienes hacían sus tareas con gran amor y dedicación. Ellos recibían para esos tiempos la una cantidad que podía comenzar en $1.50 y llegar a los $3.00 por entrega de telegramas.