Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
En los tiempos de los vulnerables e inestables gobiernos que podrían ser depuestos por derrocamiento o invasión extranjera, éstos propiciaban actividades recreativas para que las personas encontraran unos espacios de felicidad y alegría en la a veces terrible faena de vivir.
Hoy día no tenemos esos temores pues tenemos más o menos un gobierno permanente que en lugar de cambiar, rota a los líderes que son escogidos. No estamos tampoco en ningún escenario de guerra y siquiera hay revolucionarios armados haciendo ruido en nuestro país. Además, siendo un pueblo que celebra todo, estamos activos en la recreación segura, desde festivales, chinchorreos, cabalgatas, motorismo y muchas otras actividades más.
La diversión es una importante gestión de nuestros gobernantes. Es la parte simpática de una administración. Es también un arma política para sumar votos. En estos días previos a la consulta electoral, veremos mucho de eso. No se hará para evitar promover conspiraciones sino como recurso de propaganda política. Pero comoquiera, el pueblo lo necesita, con tanta presión económica social que nos tiene al borde de la histeria.