Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Hoy es el Día Internacional del Libro y los Derechos de Autor. Para la Escuela de la Historia Vegabajeña coincide con una biblioteca muy especial que estamos creando para el presente y para el futuro.
La Biblioteca es el lugar donde se depositan los libros. Aunque llamamos libros a los que son físicamente accesibles, otros virtualmente creados son tan importantes como los primeros. La diferencia es el cartón y el papel. Pero una biblioteca es más que eso. Es un lugar de interacción de ideas.
En nuestra sede, hemos nombrado a la Biblioteca con el nombre de su primer donante de libros, que fue nuestro compañero Investigador Héctor Figueroa Casanova. Héctor tenía buenos libros de toda clase y se desprendió de ellos para compartir el conocimiento que tenían. Eso no fue lo único que hizo, pues también hay un trabajo fotográfico, poemas, canciones y tres discos que mi padre le preparó sobre algunas de sus colecciones de fotos.
Hace un mes comenzamos la tarea de hacer esta biblioteca. Miguel Ojeda, Diosdado Cano, Juan Carlos Rosario, Carlos Ayes, Rolando Rivera Garratón, Gastón Berthinet Jiménez y otros que iremos acreditando han hecho importantes aportaciones. Esta será una tarea de nunca terminar, pero creemos que el libro siempre estará disponible aun cuando las demás comunicaciones fallen.
El conocimiento que brindan los libros es la herramienta física principal del ser humano para educar. Aquí está la historia, el arte, las ciencias, la espiritualidad y las manualidades. Los temas y autores son infinitos, pues todos los días se crean nuevas obras.
Vega Baja tiene varias bibliotecas inconexas, limitadas y algunas imposibles de acceder todo el tiempo. Esa barrera hay que derribarla y colocar el conocimiento donde debe estar, que es accesible y disponible las veinticuatro horas. Esa es nuestra meta.