Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Anoche los vegabajeños nos convertimos en seres privilegiados de la cultura. David Muñoz, el teatrero que está haciendo milagros con su jornada parcial de trabajo completo y prolifero, preparó el escenario del Salón Evaristo Otero Rosa del Teatro América y la Sala-Teatro del segundo piso para darnos un banquete de talento.
Con la acostumbrada presencia del alcalde Marcos Cruz Molina como espectador y su distinguida esposa Ginny como una excelente y amorosa anfitriona, se celebró la presentación del libro Casi Cuatro Lunas del manatieño Luis Enrique Romero. Pero fue más que eso. Tuvo la afortunada participación de artistas, poetas, músicos y de una pintora que en escenario hasta cantó uno de los poemas de Luis Enrique haciendo magia en la noche del viernes.
La actividad tenía el orden usual de las presentaciones de libros pero nos sorprendió a todos la aportación histriónica y hasta el orden de libreto teatral que siguieron.
Abrió el espectáculo con un saludo del más joven legislador municipal de la historia vegabajeña, dándonos un mensaje con su presencia de que la poesía y las veladas no son asuntos exclusivos de viejos ni de románticos lunáticos.
La editora del libro, Marta Emmanuelli, sirvió de vínculo principal y final de la velada. Todo el conjunto de declamadores que revivieron o interpretaron la poesía del actor eran sus amigos del alma y de su vida, todos artistas en el mejor sentido de la palabra.
Fue un momento de cosecha de lo mejor de la cultura poder agrupar tanta gente importante y talentosa en ese medio. Cada uno de ellos presentó al siguiente artista, porque a partir de entonces, se transformó el escenario en una obra de teatro donde descollaron los escritores, actores, cantantes, pintores y teatreros como Anamín Santiago y los nuestros Pedro Avila y Evaristo Otero Rosa, quienes también hicieron gala de su experiencia. Si no me equivoco, es la primera vez que Coto tiene la oportunidad de descollar en su hábitat de vida desde que se le dedicó la principal sala del Teatro América con su nombre. Y a sus ocho décadas y pico, que no lo parece, leyó con una dicción perfecta y la entonación precisa para el momento, mejor que en sus mejores tiempos.
Cada uno de los participantes tenía escrito un poema en un papel que luego de leerlo lo dejaba caer sutilmente en el piso del escenario. José Enrique Muratti Toro, Presidente del Pen Club en Puerto Rico, una organización mundial de escritores, Alina Marrero, Anamín Santiago, José Ernesto Delgado, Mario Antonio Rosa, José Ernesto Delgado, Pedro Juan Avila – a quien reconoció como uno de sus primeros maestros de arte dramático en séptimo grado-, Alberto Venegas, William Pérez Vega, Evaristo Otero Rosa, Jessica Reyes y Astrid López declamaron los poemas de Romero.
Al final el autor agradeció con unas palabras emotivas a todos los que tuvieron que ver con la presentación del libro y al público. Dijo que su libro Casi Cuatro Lunas está para dialogar con sus lectores. Reciprocó con una bohemia en el segundo piso, donde hizo galas de otra de sus habilidades, que es tocar la guitarra y cantar.
La próxima experiencia de esa maravillosa noche continúa en el libro Casi Cuatro Lunas de Luis Enrique Romero, ese extraordinario y talentoso actor que tiene también una mente privilegiada para pensar y escribir poesía.




















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