Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Tradicionalmente, los partidos políticos en Vega Baja han hecho promesas políticas para los residentes de nuestra ciudad. En ocasiones lo plasman en catálogos con ilustraciones y palabras que suenan lógicas y bonitas, pero algunas no son posibles de cumplir.
Este año tenemos varias limitaciones que lo cambian todo. Primero, no hay financiamiento, porque las fuentes del dinero prestado para el gobierno municipal en Puerto Rico prácticamente han desaparecido, salvo alguna que otra agencia federal. Segundo, que la Junta de Control Fiscal tiene unas disposiciones sobre el uso de dinero que no permite comprometer al estado. Algunos alegan que los municipios están exentos, pero la nuestra es una sola realidad. Los municipios son una criatura del Gobierno Estatal y somos tan amplios o reducidos como la legislatura y el gobernador quieran hacerlo mediante leyes.
Los problemas de Vega Baja sólo pueden resolverse mediante la reinvención. Olvidarse de lo que hemos sido y hecho hasta el momento, sin dejar de cumplir con los compromisos contraídos y cargar nuestro pasado. Es pues, primordial, utilizar la historia como un arma de cambio, utilizar la experiencia como una lección de vida.
Vega Baja necesita, para progresar de verdad, un desarrollo económico. Traer la Ventanilla única al centro del pueblo es una idea excelente que de seguro motivará un nuevo interés a nuevos comerciantes y a renovar los que se han quedado comiéndose el hueso en los últimos años. Yo le añadiría más servicios, como los certificados del Registro Demográfico y los certificados de buena conducta, orientación y ayuda para preparar solicitudes de licencias en el Departamento de Transportación, Seguro Social, Veteranos y para obtener otros servicios por Internet. Es posible que se puedan obtener recursos humanos especializados que periódicamente puedan venir a nuestra ciudad a realizar esa labor y a educar a los empleados municipales para que ayuden a los ciudadanos a desarrollar una vida plena.
Es primordial fomentar empleos. El Gobierno Municipal no tiene capacidad para crecer en el aspecto laboral porque no habrá dinero en el futuro para pagar no sólo el ingreso mínimo, sino los beneficios marginales y aportaciones patronales. En el caso de Marcos Cruz Molina, no creo que necesite más empleados, pues ha ido ajustando la nómina a la realidad de la gente que necesita. Pero si otros hacen ofrecimientos en este sentido, posiblemente no podrán cumplir sus promesas. El empleo debe venir de la empresa privada y en forma lenta, por las mismas razones del costo. La diferencia la podría hacer el comercio y la industria y para eso el Gobierno Municipal tiene que hacer su parte ayudando a conseguir los permisos que se necesitan para operar, los cuales corresponden a la esfera estatal, que aun sigue siendo problemática.
En el aspecto de la salud, hace falta que nuestros enfermos y ancianos conozcan sus derechos. Las clínicas que se ofrecen periódicamente y la reinaguración del CDT en Villa Pinares son positivas, pero el Gobierno Municipal debiera tener especialistas en seguros, que no sean de las aseguradoras, que puedan orientar y dar información educativa sobre los derechos que se tienen al solicitar servicios. Ese tipo de información debe llegar hasta los encamados de la misma manera que les facilita el voto adelantado. Si es posible votar desde la incapacidad de moverse, el estado y los políticos tienen que llegar hasta ellos para que reciban la totalidad de los servicios que a veces se les niegan, teniendo derechos.
Hay muchas más ideas que se pueden anticipar a la oferta de los políticos y persuadirles de que hagan el compromiso para lograrlas una vez lleguen al poder. Recuerden que lo que los políticos buscan es el contrato de cuatro años para ellos tener un trabajo seguro con unos privilegios por estar en el poder. Si no son elegidos, volverán a sus antiguos cargos o puestos o tendrán que hacer lo mismo que todo desempleado.
Sólo aquellos iluminados con la capacidad de trabajar con un amplio abanico de posibilidades de acción y criterios honestos y responsables deben ser los elegidos. Los que escuchen y lean de los demás y dejen de mirarse en los espejos buscando la verdad, son los que deben triunfar, para servirnos mejor, que es la finalidad de su trabajo.