Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
La inventiva para hacer el mal es aparentemente más productiva que el bien. El caso federal ha revelado viejas malas mañas para hacer nuevas actividades delictivas y perjudiciales al mejor desempeño público.
Todos los ciudadanos somos víctimas de estos delincuentes. Nos roban los recursos pero aun, hacen que el ejercicio democrático del voto sea un espejismo.
Lo más sorpresivo es la manera en que algunos políticos pretenden ganar las elecciones. Mientras más dinero tienen y emplean en las campañas, tal parecen ser las posibilidades.
Hay que crear nuevos sistemas de prevención para el crimen electoral y para las acciones de los funcionarios públicos. Y hay que darle una nueva dimensión a la persona que se contrata para servir en el gobierno.
El trabajo del servidor público debe revaluarse, creando un sistema de crecimiento y oportunidades reales. Hoy día el empleado público pudiera considerarse un esclavo del nuevo tiempo mientras los esclavistas son los funcionarios que rompen toda ley, porque creen ser sus dueños.
El empleado público no tiene oportunidad de crecer a menos que opte por ser como los mentores de la insuficiencia y maldad. Esto tiene que cambiar si queremos que lo que recurrentemente pasa por los golosos del poder, no vuelva a ocurrir.
Archivo del Diario Vegabajeño de Puerto Rico Segunda Etapa de Diciembre 2012 a Octubre 2016 