Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Dicen que la corrupción ha tocado todas las esferas de nuestros gobiernos. En la Corte Federal, el Juez Jaime Fusté salió a toda prisa de su cargo cuando recibió una querella de hostigamiento sexual. En el Tribunal Supremo de Puerto Rico, sabemos cómo son nombrados muchos jueces, después de participar como directores de campaña o abogados de los partidos políticos. Para ser senador o representante, la realidad supera el ambiente que expone Papo p’al Senado. Y los alcaldes, figuras de acceso especial, están generalmente manchados por los inversionistas políticos.
No hay rama del gobierno que esté exenta de la parte mala del poder. Gente se gana la confianza de los ciudadanos y les da el voto. Aquellos que nos representan con ese voto, se venden al mejor postor o se exceden en los poderes que se les concede.
El Partido Popular está en su peor momento. Nunca aprendieron la historia negativa que les siguió en la historia del hombre del chaquetón verde, que se robó casi un millón de dólares en dinero destinado para combatir la pobreza en la posguerra. Ese dinero era generado por los «Bonos de la Victoria» y depositados en la oficina de la Intendencia en el Viejo San Juan. Se ha dicho que fueron sustraídos por un funcionario popular de la época.
Las maneras de robar recursos públicos se hace desde autorizaciones legislativas como la que le dio recientemente a legislatura municipal a la alcaldesa, que de acuerdo a la Contralora, es inconstitucional. Algo así se hizo por la legislatura PPD en 1941 que aprobaron una exoneración de contribuciones de cuatro millones a las compañías distribuidoras de gasolina.
Familiares de gobernadores anteriormente se han beneficiado de transacciones con el gobierno antes de Alejandro García Padilla. En 1975, un hermano del gobernador Rafael Hernández Colón pudo vender sobretasado un solar, durante su incumbencia. Préstamos del Banco Obrero entre seis notorios populares quebraron dicho banco gubernamental. Otro banco quebrado fue el Girod Trust, manejado por un tesorero del Partido Popular.
He visto y oído cuentos interminables, del Gobernador de los miembros de la legislatura, de la Alcaldesa de San Juan y de muchos funcionarios populares en distintas agencias. Pero nadie ha planteado corrupción en los últimos cuatro años de la administración local de Vega Baja. Si alguien lo ha hecho, refrésquenme la memoria para que el pueblo se beneficie y pueda votar inteligentemente.
Anaudi estuvo con alcaldes y aportó a las arcas de muchos de ellos, pero no aparece en las cuentas del Partido Popular de Vega Baja y su candidato, hasta el momento. Cerca de la Casa Alcaldía, donde me encuentro diariamente, no he escuchado a nadie decir que se ganó un contrato por ser popular o por haberle hecho «un favor» al alcalde.
Son discretos, o nunca pasó. En tiempos de política hay muchos rumores. Pero ni rumores escucho.