Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
«El Manco» es como comúnmente se conoce a Luis Rivera Seijo, a quien un segundo tribunal ha determinado quien no existe causa para arresto en el caso del niño Lorenzo González Cacho. Sospechosamente, la duda sobre quién cometió los delitos que dieron muerte a este desafortunado niño recaen sobre su madre, los invitados que tuvo y una complicidad consciente o inconsciente de su familia materna, la Policía de Puerto Rico, la Fiscalía, Medicina Forense y distintos Secretarios de Justicia.
Demasiada gente es vinculada a la acción que ha impedido que se haga justicia. No queda duda de que la Familia Cacho pretendió tapar la conducta desordenada y equivocada de una madre frente a la seguridad de sus hijos menores de edad, tratando de controlar el flujo de información en la periferia del caso. Al hacerlo, se convierten en los primeros responsables de que no se haya solucionado e incluso, desviada la médula del mismo.
El estado, por medio del Secretario de Justicia está permitiendo que pase más tiempo, tratando de probar una verdad contra «el manco» que a todas luces no conduce a probar nada. Tal vez lo que quiso fue montar un show donde se pudiera escuchar a los principales responsables dar detalles del caso.
Eso es obstrucción a la justicia de forma oficialista y legitimada a la fuerza. El Manco fue el que mató a Lorenzo, pero no Rivera Seijo, sino el brazo tuco y zoco que tiene el Secretario de Justicia César Miranda, jugando con los tribunales, enfocados en una presunta verdad que no se ve por ningún lado.
Esto tiene que terminar porque la paciencia de todos ya no aguanta más este error de juicio y prejuicio que tampoco conduce a ningún lugar.