Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Somos concebidos en la oscuridad del interior de nuestros cuerpos, luego viene la concepción que de da en un proceso de luz material y espiritual al que se llama alumbramiento. Así, nuestra vida va por el camino de las luces y las sombras hasta que se produce una vida productiva o se pierde entre las sombras y el olvido final.
El mundo externo es igual, la mitad del día usual es a oscuras. El Universo, a su vez, nos mantiene entre conocimiento e ignorancia sobre lo que hay más alla. En las noches, ni siquiera disfrutamos del espectáculo de la vida más allá de los confines de la nuestra porque la iluminación que producimos nos impide ver el inmenso espectáculo de cuerpos celestes en toda su dimensión.
Solo nos queda, para disfrutar de lo que no vemos ni sentimos o es fugaz, dsfrutar de la vida interior. Esa fuerza más grande que es la del conocimiento, la percepción, el espíritu y la imaginación.
Es mejor nutrirnos con la lectura, con los objetos tangibles y jugar con la inteligencia. En nuestro interior siempre hay luz. No la perdamos de ninguna forma.