Amado Héctor:
Hoy se cumple un año que partiste de este mundo a morar con nuestro Creador.
Tengo sentimientos encontrados, gozosa porque estás morando con nuestro Padre, pero triste porque no estás a mi lado.
Me refugio en los hermosos recuerdos que construímos juntos. Gracias por enseñarnos a tene amor y compasión por los desventajados, a ser bondadoso, a no discriminar, apreciar las «pequeñas grandes» cosas que Dios creó para nosostros.
Gracias por tanto amor, dedicación y esfuerzo para levantar nuestra familia. Gracias por tanta alegría y felicidad. Fuiste, eres y serás mi «príncipe azul». Gracias por dedicarme tantas canciones.
He aquí una porción de una de ellas:
«Siempre juntos uno al otro
!Cómo no te he de extrañar!
Siempre juntos el uno al otro
No es una casualidad.
¿Qué la vida nos depara?
Uno al uno siempre juntos,
uno al uno…
La distancia entre nosostros
nunca ha ido más allá
de un «nos vemos hasta ahorita»
!Cómo no te he de extrañar!
Si la vida nos depara
Uno al Uno siempre juntos
Uno al uno…»
Héctor, gracias, gracias, gracias.
Hecseliz, Mariel y yo te amamos inmensamente.
Damos gracias a Dios porque estuviste en nuestras vidas.
Te amo.
Tu «Eli»