Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Juan Carlos Rosario regresó al lugar donde realizó investigaciones arqueológicas cuando Casa Alonso era un carapacho en ciernes para convertirse en el gran museo que es. Fue parte de la entonces Sociedad de Investigaciones Arqueológicas e Históricas «Sebuco» que hizo el trabajo de descubrir las interioridades secretas del lugar.
Esta vez regresó su esencia. Sus recuerdos prevalecen en el recinto con los testimonios de su hermana Zulma, amigos de siempre como Eugenio Lomba, sus lazarillos improvisados por su enfermedad Otilio Natal y Gaston Berthinet Jiménez y sus amigos y compañeros de la Escuela de la Historia Vegabajeña como Bethzaida García, José Luis Maldonado Quirindongo (Luigi), José (Manel) Portela y su esposa Pilar; Edgar Carrelo y su esposa Carmen y otros. También nos han acompañado Elmer Gautier, Maria del Carmen García, Carlos Ayes Suárez y Violeta Landrón.
El Director de Casa Alonso, Iván Pagán ha brindado una cooperación extraordinaria e Iris ha sido muy generosa con su tiempo y sus atenciones para que esta reunión sea placentera a los que acuden a presentar sus últimos respetos a nuestro amigo. En tiempos de limitaciones de personal, se ha dispuesto de un guardián a la entrada de Casa Alonso. Ayer se colocaron fotos tomadas por sus compañeros Luigi y Edgar, flores y el emblema de la Escuela de la Historia Vegabajeña, a la que perteneció y brindó mucho de su escaso tiempo de vida para educarnos, a todos nosotros.
Hoy jueves desde las ocho y media de la mañana continuaremos presentes, hasta las cuatro de la tarde. Mañana viernes a las 8:30 de la mañana tendremos un servicio cristiano con el Reverendo Grau y de ahí partiremos a depositar sus restos en la tumba de la familia Rosario Fernández en Morovis.
Los invitamos a compartir con nosotros y que nos brinden sus experiencias de vida con este investigador, educador e historiador vegabajeño.