Angelo

 

ANGELO ROSARIO
Foto por Edgardo Pabón

Por Thomas Jimmy Rosario Martínez

Jose Angel Rosario Aulet falleció recientemente, pero «Angelo» sigue en nuestras vidas como un valor permanente de la cultura vegabajeña.

Angelo fue de un carácter alegre, chistoso, ocurrente. Desde niño y luego de jóven se distinguía por sus manerismos y su manera de hablar. De adulto se convirtió en el símbolo de la resistencia al bullying y la crítica proveniente de   lo bajo viviendo su vida en forma transparente y pública, sin esconderse y en un estado de afirmación continua.

Angelo fue auténtico de principio a fin.  Ese es su primer principio de vida. Todos sabíamos qué era y cómo vivía. Y compartíamos con él como un buen amigo que era, dando sus muestras de respeto y cariño para todos. Ese, a mi juicio es su mejor legado y pudiera ya ser importante por eso, pero ahí no termina su aportación a los vegabajeños.

Fue un continuo aportador al arte vegabajeño. Transformaba los escenarios en interesantes fondos para la actividad teatral. Preparaba novias, reinas, princesas de todas la edades y razas. Fue creativo en el comercio vegabajeño cuando el casco era el centro de la economía de ventas en nuestra ciudad. Intervino como un factor importante en todos los aspectos de muchos reinados y celebraciones.

En el acto de recordación del miércoles en la noche se presentó una muestra de su polifacético trabajo artístico. Todo eso es digno de una sala de exposiciones permanente.

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Mi relación con Angelo fue de siempre. El preparó la boda de mi hemana mayor Flor Rubí. También hizo un trabajo para la vitrina de Fotografía Rosario en ocasión de unas Navidades.

Recuerdo varias anécdotas personales con él. Me dijo que cuando era niño, su tía le preguntó qué le iban a traer Santa Claus o los Reyes Magos. El contestó que un Monopolio, que era el juego de moda. Luego fue visitando a otros familiares y en todos los lugares le hacían la misma pregunta y él daba la misma respuesta. La consecuencia, según él, fue que le regalaron ocho juegos de monopolio ese año. Siempre he tenido la duda si el cuento era real o inventado, porque en su afán de agradar, dar y recibir amor de sus amigos, hacía peripecias conversatorias y exageraba o amplificaba hechos, como el artista y humanista que era. Una vez en broma le dije que él era hiperbólico, o sea, exagerado. Me contestó con un chiste colorado.

los-reyes-magos-con-jimmytoEn otra ocasión estaba haciendo un trabajo para la vitrina de Fotografía Rosario y cuando estaba preparando el esqueleto, le puso un colador en el lugar de la cara de cada uno de los Reyes Magos. Ignorante, fui donde mi madre a manera de chisme. Ella fue a hablar con Angelo y éste le dijo: «Yuya, cada colador es un lienzo». Efectivamente, su trabajo, no importa cuál fuera, era estructurado y  pensado. No había derroche de arte, sino todo un procedimiento para lograr una obra. Aquellos lienzos poco a poco se fueron transformando en caras ante mi.

Pude presenciar cuando hizo las pinturas del Café Español, un restaurant que se creó a mediados de 1960 en el antiguo Hotel Las Canarias de Luciano Cano y Felisa Rodríguez. La idea de un restaurant temático fue de los esposos Evaristo Negrón (El Menor) y su esposa Domi y estuvo abierto varios años. Angelo lo decoró con temas españoles, lo que lo hacía acogedor. Evaristo Otero (Coto) anoche lo recreó de una manera fiel y hermosa, en justo tributo al también hermano de Carlitos Rosario, quien es otro gran vegabajeño a quien se le debe un tributo por su labor por los vegabajeños.

Cuando jóven, de vez en cuando me lo encontraba a la vera de la carretera número dos y le daba pon. El me elogiaba porque a veces gente conocida se hacían la vista larga cuando lo veían a pié y yo siempre me paraba a recogerlo. En una ocasión me preguntó si yo no me avergozaba y le dije que él era una persona decente y buena y que me avergonzaría si no le daba pon. Sentí que el vivía con una verguenza ajena por la percepción de su persona. Angelo no tenía culpa pero ni siquiera había culpa. Los prejuicios contra el homosexualismo y los demás modos de vivir lo ubicó en un mundo que va en extinción.

Angelo sirvió a miles de personas y tiene un espacio importante en la historia vegabajeña. Ojalá que esto solo sea el comienzo para empezar a ver su obra. Luego habrá que ver los detalles de tantas cosas que creó e hizo para todas las personas de su tiempo.

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Carlos Rosario Aulet y familia en el acto de recoración de su hermano Angelo

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