El periodismo satírico tiene consecuencias

Por Thomas Jimmy Rosario Martínez DVPR

Thomas Jimmy Rosario Martínez 2013La libertad de expresión es una cosa. Pero la imprudencia es otra. Ninguna de ambas libertades debiera generar agresiones y mucho menos muertes, pero ocurre.

La intolerancia de algunos medios y la de algunos grupos ha causado muertes en Francia. En Puerto Rico, en el Siglo XIX hubo una situación similar que generó una muerte de un periodista. En Vega Baja, hay historia de persecusión política oficial al periodismo, periodistas y escritores locales, aunque afortunadamente nunca ha ocurrido una muerte.

En el semanario Taíno, pueblicado durante los primeros años de la década de 1970, sufrió la amenaza de una persona acusada de violación por haberse publicado la noticia en la sección de novedades.

Antes de eso, mi padre fue amenazado en varias ocasiones al realizar sus investigaciones y reportajes para el periódico El Imparcial. Por su columna semanal Actualidad Política en Taíno también hubo consecuencias para el periódico que fue inteligentemente eliminado por los políticos de la época mediante ofrecimiento de trabajo a su director.

El Diario Vegabajeño generó mucha adversidad de parte de funcionarios del Partido Nuevo Progresista porque se publicaban noticias y comentarios adversos a la administración local. En una ocasión, un legislador municipal, que luego fue columnista del Diario, le llamó prensa amarilla, lo mismo que hizo privadamente otro ciudadano. Una dama que se sintió ofendida por información publicada cierta y comprobada sobre actuaciones ilegales pidió que se eliminara del espacio cibernético o de lo contrario recibiríamos noticias de sus abogados.

Rep. Hector Torres
Rep. Hector Torres

La última persona que nos atacó personalmente fue el legislador estatal del Distrito 12, Héctor Torres, porque una fuente verificada por una ex-legisladora estatal y un legislador municipal nos revelaron que había tenido una conducta errada en estado de embriaguez. En aquella ocasión negó eso y nuestra afirmación de que buscaría postularse para el cargo de alcalde de Morovis. En una estación de radio donde nos mencionó despectivamente, el mantenedor del programa lo interrumpió para decirle que la persona que nos había brindado la información había ofrecido su testimonio personal y lo pasó por la radio.

Nunca nos interesó la noticia de que se fuera a postular para alcalde del vecino pueblo pero sí el hecho de que fuera a abandonar el escaño del cual Vega Baja pertenece. Su conducta estando ausente de gran parte de las comisiones legislativas cuando antes era el legislador que más asistía y ganaba dinero por concepto de dietas, denotaba falta de interés por sus distrito representativo.

Como el alcalde de Morovis no había anunciado que no volvería a postularse, posiblemente contemplaría volver como candidato a legislador estatal. No dejaría lo que había tenido seguro para irse a buscar una aventura. Hemos criticado también públicamente deficiencias en la legislación que radica y le hemos anticipado que la misma no sería aprobada como ha sido presentada, lo que ha ocurrido.

Nos hemos quedado esperando cartas o demandas legales, porque una cosa es lo que dice la gente sobre lo que cree en un momento dado y otra es cuando hace una consulta a un letrado competente y que conozca el derecho y la jurisprudencia sobre libertad de expresión mediante un medio de comunicación.

El escenario es distinto ya que la verdad es la defensa del periodista o escritor. Por eso El Imparcial tenía de lema la cita bíblica de «vosotros conoceréis la verdad y la verdad os hará libres».

A nosotros no nos asusta lo que conocemos bien. Nada hacemos para provocar situaciones que vayan más allá de una reacción de una persona a la que confrontamos con su propia verdad, pero ni siquiera esa es una meta dentro del periodismo local que hacemos por casi una década, aunque comenzamos cuando éramos niños, con un periódico en quinto grado, hecho a mano, que denominamos La Pequeña Prensa.

Estamos conscientes de que la libertad de prensa no es absoluta, pero tampoco puede haber censura previa. Hay unas fronteras para decir lo que se sabe, la manera de decirlo y dónde y cuando decirlo puede también ser objeto de escrutinio jurídico.

En el Diario Vegabajeño de Puerto Rico estamos comprometidos con la verdad y la prudencia. No nos interesa el chisme ni los comentarios por lo bajo. Queremos escribir abiertamente sobre nuestros asuntos proponiendo soluciones para que los insuficientes o los que tienen agendas políticas, intereses económicos o personales, no tengan justificación.

Pero de la misma manera que ostentamos esos dos principios de verdad y prudencia también vamos de frente para defender los principios en los que creemos, ante cualquier adversidad y contra cualquier persona, visible o invisible.

PORTADA DE CHARLIE HEBRO

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