Una Posada para Vega Baja

Por Thomas Jimmy Rosario Martínez DVPR

La revitalización del centro urbano de Vega Baja podría ser cosa del futuro cercano. El Diario Vegabajeño de Vega Baja tuvo conocimiento de que el Alcalde de Vega Baja, Marcos Cruz Molina, ya está haciendo gestiones con las agencias concernidas para la habilitación de al menos una Posada, bajo el concepto del Departamento de Turismo de Puerto Rico. Hay identificados dos lugares principales en que se podría desarrollar la misma.

En Vega Baja ha habido hoteles en el pasado. Los comisionistas, vendedores, clérigos, maestros y turistas antes alquilaban habitaciones para pasar una noche o más, de acuerdo a su interés. En la parte oeste de Calle Betances hubo un hotel, del cual no tenemos mucha información. Entre la Calle Muñoz Rivera y la Calle Betances estuvo el Hotel Las Canarias, de acuerdo al hijo de Luciano Cano, Don Reinaldo Cano Rodríguez, según lo reseñó en uno de los libros de sus memorias.

En la Calle José Julián Acosta, frente a la Plaza José Francisco Náter, también otro hotel con el mismo nombre, propiedad de Luciano Cano y Felisa Rodríguez. Entre la Calle Betances y la Igaravídez, estuvo el Hotel Can0, de Rafael Cano Llovio.

El centro urbano de Vega Baja era antes el lugar de mayor actividad económica. Principalmente se debió a que el Camino Real, era la principal ruta para comunicarse con el resto de la isla. Este discurría por donde hoy día es la Calle Betances, que antes fue Calle Lateral del Sur, Calle Central y Calle Comercio y que es el principio de la Carretera Estatal 155. Para entonces no existía el Expreso 22 que nos pasa al sur ni la Carretera Número Dos, que pasa al norte del centro.

Las rutas principales eran la vía del tren, en el barrio Cabo Caribe creado a partir de 1891, que duró hasta principios de la década de 1950 y el Camino Real. Los de camino viene porque era originalmente para caminar y lo de real porque pertenecía a la realeza, o sea, al gobierno monárquico español.

Cuando discurrimos por la carretera vieja de Vega Baja a Vega Alta y pasamos por el puente La Vega, podemos tener una idea de las dimensiones estrechas originales de ese camino real para fines del Siglo XIX. Anteriormente debió ser primero un trillo para viandantes, luego para caballos y más tarde para carruajes y carrozas tirados por bueyes y caballos. En algún momento se debió pensar en dos direcciones, tirar el asfalto, dividir el centro y hasta señalizarlo. Todo ese proceso histórico de la transportación debe ser estudiado para entender porqué había necesidad de pernoctar en el centro de una villa.

Hoy día, con las rutas rápidas y confiables, se podría pensar que no hay necesidad de poner habitaciones de alquiler. Pero la realidad es otra. Los centros de los pueblos, como Vega Baja, tienen un potencial de desarrollo económico porque tienen atractivos que se quieren conocer. Yo particularmente he hecho turismo interno en la isla y mi lugar de preferencia es donde haya cosas que ver para aprender y disfrutar.

Museos, edificios históricos, restaurantes, actividades recreativas y espectáculos pueden ser algunos de los atractivos en la periferia de la Posada. La Iglesia Católica -esa majestuosa edificación- , al igual que los museos Casa Alonso y Casa Portela, el Teatro América y el Teatro Fénix pueden tornarse en más frecuentemente activos de lo que han sido. La Plaza, a punto de ser renovada a un costo mínimo como una verdadera explanada al estilo de las grandes ciudades, puede servir de escenario a grandes espectáculos y por ende, crear el terreno para que nuevos negocios y la artesanía encuentren un lugar donde desarrollar sus negocios.

Una Posada es el complemento necesario. Es una buena idea. Tenemos que apoyar al alcalde siempre y cuando no se olvide de que el proyecto de Ciudad Universitaria tuvo su autoría. Me parece que esa debe ser la segunda pata de una agenda  exitosa para un centro urbano distinto al que conocemos ahora y aun mejor del que va a forjar con la Posada.