Brújula política para Duhamel y los demás

Por Thomas Jimmy Rosario DVPR

En Facebook apareció un lugar para promover la candidatura de alcalde de Vega Baja por el Partido Nuevo Progresista, Duhamel Adames. Al igual que Alexander Gandía, no ha negado ni afirmado que es candidato, a diferencia de Héctor (Tito) Cordero y José Galán, que lo afirman y están trabajando desde ahora en su posicionamiento público.

A veces, el interés de estos candidatos que crean diversos frentes de aparentes candidaturas -ambos han hecho creer a sus compañeros de partido que sus intereses son convertirse en candidatos a representante- persiguen negociar apoyo para dupletas y tripletas electorales y así conseguir sumar miembros del PNP, que por carambola, apoyen candidatos que se ligan a otros  y así sumar fuerzas.

Eso significa, desde el saque, que son candidatos flojos pues no pueden sostenerse por sí mismos. El apoyo es importante, pero las estrategias como ésta, ya están leídas. Quien tenga interés en una posición no debe estar invadiendo el terreno de otra. De hecho, la Ley Electoral no permite a nadie postularse para dos cargos al mismo tiempo. En el sentido electoral, no se concibe la poligamia.

A Duhamel Adames, lo vemos como una persona muy sagaz políticamente y  excelente servidor público, con una aspiración constante a  puestos o cargos vacantes o electivos. Es la piedra de tropiezo constante que sus compañeros de partido también aspirantes encuentran, pero como es de un buen carácter y trabajador, casi siempre consigue lo que persigue.

En esa hambre de poder, no se le ve una trayectoria hacia un servicio definido sino como un aspirante permanente. Es un candidato en espera de cualquier puesto o cargo.

Alexander Gandía es otro que  desde los tiempos de Edgar Santana siempre está posicionándose y lo comunica privadamente, aunque públicamente lo niega.

Ese miedo a que le ataquen temprano en la campaña o a la estrategia de tirar puños cerrando los ojos, no es buena. El único resultado que tiene no depende de los factores lógicos de éxito de una campaña planificada. Persigue más la suerte, que un objetivo razonado de triunfar.

La política es como el póker, un juego de azar, pero hay reglas de apostar, que dependiendo tus cartas, te permiten quedar más tiempo jugando o hasta suben tus probabilidades de ganar. Ambos juegan póker político contra las estrategias abiertas de Galán y Tito. Cualquiera de los cuatro o de los que luego surja, podrá llegar al 2016 como candidato oficial a la alcaldía.

Edgar Santana es un ejemplo de que cualquiera puede llegar, pero el mejor ejemplo de como alcanzar metas sólidamente no está en el Partido Nuevo Progresista. Necesariamente, tienen que buscar su ejemplo en el Partido Popular.