Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Anoche recibimos en Casa Portela al candidato para exaltación en el Salón de la Fama del Deporte de Vega Baja Melao Melao, a Edgardo Ruiz, quien desde su humildad ordinaria se ha convertido, por su vida exitosa en el deporte y en la vida en un excelente y ejemplar vegabajeño.
La labor deportiva de Edgardo ha trascendido a su desempeño en el terreno vegabajeño. Personalmente, es un ser humano de luz, de fácil acceso, que de una timidez que lo llevaba en su juventud a esconderse debajo de la cama, es hoy día un faro con su anécdotas dentro y fuera del deporte.
Me recordó que mi padre le tomó su primer retrato cuando comenzó en la pelota AA y que se sorprendió que con sus 99 libras y tan jóven se fuera a iniciar.
Cuando como Presidente del Salón de la Fama le llamé para informarle que había sido seleccionado como candidato estaba bañándose. Me dijo que la llamada lo emocionó profundamente por el valor que representa para el que sus propios compueblanos lo estimen a ese nivel. Es un hombre agradecido de su hermano que fue como un padre para él, del otro exaltado Julio «Yiguiri» Pabón que lo condujo en el camino de lo imposible haciéndolo mágicamente posible con un desempeño muy por encima de sus expectativas y de la de los demás.
Anoche estuvimos todos los miembros presentes para recibir a Edgardo en la firma de su aceptación de la distinción que le estamos haciendo. Su firma inicia el camino a la eternidad mediante la inclusión de su nombre y sus hazañas en un lugar sagrado que llamamos Recinto de los Inmortales. Otros cuatro nuevos miembros le acompañarán esa tarde dominguera del 11 de diciembre de este año y todo un pueblo podrá reconocer a Edgardo y los demás como próceres del deporte vegabajeño.
