Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Las posibilidades de los candidatos siempre son en relación a las de los candidatos adversos más cercanos. Algunos en la periferia pueden hacer la diferencia, también. Así que decir que un PNP como José Galán o un PPD como David Bernier no tienen posibilidades en la apariencia, pueden o no correr de la misma manera que los sondeos o encuestas. Y si estas pueden equivocarse, la percepción también.
Uno no concibe, por ejemplo, que Galán reciba votos independentistas o del Partido de Trabajadores, pero en el pasado han ocurrido situaciones similares. No crean en ideologías solamente como factor de voto. Se sorprenderían si ven hacia donde van los votos de los que saben que votar por el candidato de su partido no compone nada.
Vega Baja demostró que aprendió a votar hace cuarenta años cuando eligió un alcalde de un partido y una Asamblea Municipal de otro. No defiendo que el resultado fuera bueno, solo escribo del ejercicio electoral, de aquello que nadie puede comprar ni predecir. Luego se perdió la magia hasta que en 2004 decidió quitarle el poder al partido tradicional, el cual devolvió en 2012 de forma abrumadora.
Mientras haya comentaristas en los dos lados principales de la política vegabajeña, no veremos con claridad hacia donde van sus candidatos, especialmente aquellos que no hablan claro. Eso hace daño pues empaña el panorama. La libertad de expresión, empero, es del pueblo. Hay que vivir con eso.
Hay tendencias y el pueblo opina. Recuerden que lo mejor y lo peor de la campaña lo tiran en los últimos días, cuando no haya mucho tiempo de aclarar y verán que eso afectará, de alguna manera los resultados. Las posibilidades de Bernier y Galán serán las mismas hasta que se haga el conteo de votos. No hay otra.