Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
En el pasado, la corporación o gobierno municipal era quien ofrecía los servicios esenciales. El agua y la educación, por ejemplo, eran administrados y servidos desde la Casa Alcaldía, hasta que se centralizó en oficinas del gobierno central.
Antes la población era menor y se podía controlar el servicio desde las aspiraciones mínimas. Hoy día, la sofisticación y complejidad, además de una inversión y mantenimiento costoso, no permitiría esas aventuras a menos que hubiese un subsidio sustancial para tomar esas responsabilidades por los municipios.
Pero además de no haber recursos para esa aventura, la experiencia del gobierno central de ser un pagador moroso e inefectivo, no permitiría financiar estos proyectos.
Yo me pregunto qué pasará si como consecuencia de esta crisis actual, ni el propio gobierno central pueda continuar proveyendo servicios esenciales. ¿Podrá el gobierno municipal aventurarse a asumir esas responsabilidades desde cero?
Vega Baja ha recibido su certificación como Municipio Autónomo. Eso le permite que en varias etapas pueda transformarse en una entidad que defina su propio futuro exitoso, pero tiene que crear empresas municipales a la par de ir haciendo el espacio libre para que no sea oneroso ni difícil que el sector privado haga acto de presencia de una manera más prolija y permanente.
La elección de un alcalde y una legislatura municipal dinámica que entienda esa dinámica de progreso es importante para definir el futuro de Vega Baja en este aspecto, que es el más importante de los que marcarán la ruta a seguir. En noviembre, nuestra elección por los mejores sólo nos permite una opción electoral y hay que ejercerla con firmeza y sabiduría.