Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Durante nuestra vida hemos visto apagarse los suministros de energía eléctrica, agua, gasolina. Creo que es incómodo pero no son situaciones que en casos de emergencia no puedan sustituirse. Hemos visto también la otra cara de la moneda, que es la generosidad espontánea y hasta el cariño de la gente en estas circunstancias.
Cuando antes de ayer llegó la tormenta seca y sin vientos que nos dejó sin aire acondicionado, iluminación y hasta Internet, pude volver a ver lo mejor del ser humano y de la naturaleza. Ese cielo del pasado miércoles, impoluto de contaminación, sustituyó nuestra acostumbrada clase de historia.
Creo que la parte positiva la pusieron los empleados estatales y municipales. La negativa provino únicamente del gobernador, con su acostumbrada perorata de echarle culpa a todos menos a él y seguir diciendo mentiras y promesas falsas. En forma extraña quiere un lugar en la historia que ya a la hora de salida, parece no haberse ganado.
Entró mintiendo y sigue mintiendo, decía el Profesor Angel Rosa de lunes a viernes en su programa radial de WKAQ 580, sobre el gobierno de Fortuño antes de ser Senador. Quiso ser infructuosamente Comisionado Residente y contó con la bendición oficial. La gente honrada debe seguir diciendo su discurso cuando las circunstancias son iguales a la que señaló en su momento. Por eso cuando no son consistentes y les llega el día del juicio público, pierden.
Dicen, con una lógica precisa que el apagón es el más reciente clavo del ataúd de la presente administración y de las posibilidades de que el Partido Popular gane las elecciones. Mientras tanto, hay movimientos nerviosos y sospechosos con el desplazamiento de empleados en el servicio público y la utilización de los recursos que quedan. También dicen que están ubicando el dinero para pagar la defensa de todas las posibles acusaciones criminales que algunos enfrentarán.
Es tiempo final para la política de barricada. Habrá rumores y terribles verdades ocultas y expuestas. Pero nunca es tarde para comenzar a hacer las cosas bien, antes que lo perdamos todo y venga otro apagón en las vidas de mucha gente actualmente en el gobierno.