Se pensó por mucho tiempo que el daño neuronal era irreparable, sin embargo estudios científicos han descrito la capacidad única del cerebro para cambiar, crecer y restablecerse ante cambio asociados a patologías, o traumatismos.
Este término se conoce como la neuroplasticidad cerebral, o plasticidad neuronal. Cuando se habla de los cambios neuronales, también está involucrado el comportamiento y las actividades motoras. Es por esto que es sumamente importante la observación del comportamiento y las acciones del ser humano en proceso de envejecimiento, especialmente entre los adultos mayores. Al igual que todos los órganos del cuerpo humano, el cerebro experimenta desgaste y roturas a lo largo de toda la vida (Rodríguez & Kennedy, 2011).
Sin embargo, estudios de investigación han demostrado las formas en que la plasticidad cerebral en las personas sufre una reorganización para mantener un rendimiento cognitivo saludable y funcional en etapas posteriores de la vida (Rodríguez & Kennedy, 2011). Este es un gran hallazgo, porque muchos adultos mayores que experimentan cambios o disminución en funciones neurológicas se les pueden proveer o diseñar tratamientos adecuados que mejoren su funcionamiento y rendimiento cognitivo.
La pérdida de memoria es asociada a una pérdida de volumen del hipocampo, con lo cual la detección de cambios estructurales específicos nos permite reconocer alternativas para mantener un cerebro sano, y por ende una vejez exitosa. El papel del ejercicio mental en el mantenimiento de la función cerebral se ha utilizado en varias terapias, e incluso cuando no hay un gran apoyo de estudios para demostrar su eficacia.
“Nunca es tarde si la dicha es buena”. Leer un buen libro, pertenecer a organizaciones sociales o culturales que nos permitan ser partícipes y/o organizadores de eventos, hacer ejercicio, o simplemente mantenernos diariamente activos con metas y actividades que nos brinden de un estado mental y emocional saludable conducirá a un aumento en el volumen del cerebro, y hacer más eficaz el funcionamiento cognitivo. Se necesita más investigación, pero sí hay evidencia sobre el ejercicio aeróbico que tiene la tendencia de aumenta el volumen cerebral. Conclusiones prometedoras asocian el aumento de la capacidad cardiovascular con sustitución del tejido cerebral (Colcombe et al.,2006). Sólo varios meses de ejercicio aeróbico regular no sólo reponen el volumen cerebral sino que también lo aumenta.
Como anécdota personal me gustaría compartir un evento que ocurrió hace varias semanas con la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y las habilidades ingeniosas de mi abuelo Jimmy. Ante la escasez de luz y la inacción por parte de la AEE, se vio con la necesidad de ingeniar algún plan para futuras ocasiones y con un mazo en mano procedió a crear una abertura en la pared para conectar directamente una planta eléctrica que el mismo hubo de reparar y acondicionar para que su amada esposa encamada no tuviese que permanecer en una sola posición en su cama, a falta de luz. Muchos han de pensar que esto es un atrevimiento de parte mi abuelo a sus casi 88 años, pero realmente la edad para él no es un factor limitante. Es un ejemplo de como el mantenerse motivado e ingeniando nuevas estrategias y planes ayuda a tener una mejor calidad de vida.
“La felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos”.
(Marco Aurelio)
Referencias
· Colcombe, S. J., Erickson, K.I, Scalf, P. E.,Kim, J.S, Prakash, R.,McAuley, E., Elavsky, S., Marquez, D.X.,Hu.L., and Krammer, A.F. (2006). Aerobic Exercise Training Increases Brain Volume in Aging Humans. Journal of Gerontology, 61A(11):1166-1170.
· Rodriguez, K. M., and Kennedy, K. M. (2011). The Cognitive Consequences of Structural Changes to the Aging Brain. Pp.73-92 in Handbook of the Psychology of Aging, edited by Scahaie, K. W. & Willis, S. L. Academic Press Elsevier: Burlington, MA.