Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
La belleza es una de las virtudes más antiguas. En muchas mentes es la imagen de una persona, casi siempre una mujer, sin imperfecciones, sonriendo, casi flotando en el aire. Para otros es un paisaje con los cuatro elementos del mundo antiguo, lleno de aire, fuego, agua y tierra. Algunos sienten la belleza como un estado de ánimo. La belleza es, pues, muchas cosas, todas las que la realidad y la imaginación nos provee.
Hay seres humanos con luz. A veces no es necesario entrenarnos en la santidad de la religión, el misticismo y la espiritualidad para distinguirlos. Los identificamos por su trato. Casi siempre la madre es el primero en la lista, luego los parientes de sangre, pero no es así en todos los casos. Los amigos, aquellos que tienen claro esta idea de relación humana, cosechan la iluminación.
He visto muchos amigos crecer individualmente con la relación simbiótica que da la buena fe y el buen trato de una amistad. Uno puede cerrar los ojos y ver la belleza de una relación entre personas nobles. Cultivar la amistad es uno de los grandes dones que puede tener un ser humano.
En Vega Baja, la amistad ha permitido que el pueblo progrese. Cuando dos o más amigos han tenido ideas comunes para beneficiar la economía, la cultura o la presencia religiosa ha permitido una metamorfosis que nos toca a todos. En un tiempo fue José Gualberto Padilla con Manuel Fernández Juncos. Ellos se conocieron en Vega Baja en ocasión de que el segundo como paciente del médico titular se convirtió en un gran amigo del primero. Una petición de amigos al reinado español trajo progreso al final del Siglo XIX. Los amigos de Luis Meléndez Cano hicieron posible su elección y reelección por múltiples ocasiones y gran parte de lo que sus administraciones hicieron por Vega Baja.
Luego algunos vegabajeños se unieron para pertenecer a distintos partidos políticos con bajo España y luego con Puerto Rico y esas amistades hicieron posible que ellos y sus partidos pudieran forjar el estado de cada generación. En los partidos se crean fidelidades como en las iglesias y eso a su vez coincide en armonía y paz para ese grupo y para el resto de la comunidad.
Las organizaciones sociales, deportivas, culturales también tienen su rol. Estas a veces se hacen entre amigos o se crea la amistad que a su vez es un incentivo para pertenecer o permanecer.
Entre las instituciones vigentes más longevas de Vega Baja está la Iglesia Católica, que se estableció en 1793, aproximadamente; la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera, 1903; la Logia Brisas del Caribe, 1929 y el Partido Popular Democrático, 1939 al 1940. Cada una de estas se establece por personas generalmente no vinculadas a sus miembros por familia, sino por amistad.
La amistad es bella. Produce satisfacción individual y progreso colectivo. Tenemos que tener amigos y amigas para que este mundo pequeño que se llama Vega Baja brille en el mundo grande que se llama universo. No nos olvidemos de este factor.