Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Cada vez que ingreso a la Internet para pasear por las redes sociales, encuentro más frecuentemente información e imágenes de la historia de Vega Baja y de los vegabajeños. Siento un gran orgullo que mis compueblanos estén haciendo su parte para preservar, conservar y divulgar la historia vegabajeña en todas sus facetas.
Nadie tiene el monopolio del conocimiento de la historia vegabajeña. Es tanto lo que existe y por tanto tiempo acumulado que no es posible conocerlo todo, saberlo o agrupar todas las fuentes de nuestra historia en un solo lugar.
Si queremos empezar a conocerla, hay que mirar alrededor en nuestro propio hogar. El nombre del lugar donde vivimos tiene un significado. Nuestros nombres y apellidos tienen otro. La forma en que está construída nuestra casa pertenece a algun periodo o estilo, las divisiones y hasta el color tiene una lógica escondida.
Pero donde está la médula de la historia de los vegabajeños es en nuestro origen y desarrollo personal y familiar. Los líbros, álbumes, retratos y cosas que guardamos y tenemos nos dicen mucho de lo que somos. Ahí empieza nuestra historia. Y esta historia es una parte fundamental para definir lo que somos como vegabajeños.
Los invito a todos a conocer y redescubrir el pedazo de historia de Vega Baja que tenemos en nuestros hogares. Luego de ese viaje al interior, podremos navegar juntos a conocer las nuevas tierras por descubrir.