Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Un grupo de vegabajeños, de distintas profesiones y ocupaciones, nos reunimos cada miércoles en la noche para hablar de historia. Nuestra pasión es la de Vega Baja pero hablamos de todo, debido a lo amplio que es el concepto de investigar y conocer el pasado.
La historia incluye todos los temas, pues todos los temas tienen sus respectivas historias. Anoche comenzamos hablando de un compañero que está hospitalizado y que van a dar de alta y luego pasamos al tema de la muerte, contando experiencias vividas y conocidas. Terminamos hablando de boxeo.
Tenemos unos faroles de luz potente en nuestros compañeros, que hacen unas aportaciones valiosas en esa interacción.
No se cuantos lugares en nuestra ciudad pueden beneficiarse de una tertulia enriquecedora. A veces Diosdado nos lleva a Grecia y a Roma, a sus viajes por el mundo y lo que ha conocido por lectura o por conocimiento personal. Luis Mejías carga con un gusto exquisito por la historia del sector de vida que ha sido Sabana. Manel Portela incendia con su amor por el deporte y Herminio con sus anécdotas musicales. Rolando tiene muchos intereses: la política, la música y el deporte también.
Los más jóvenes, Edgar y Luigi, que son motores de la producción fílmica vegabajeña, comparten su catálogo de aportaciones que han hecho con sus cortometrajes extraordinarios. Han incursionado en todo, deportes, teatro, gobierno y biografía. Pilar con su sensibilidad e interés, Aura con más años de los que representa por su actitud positiva y deseo de aprender, Dulce, con su curiosidad continua por los temas profundos, la asturiana Raquel, con sus vivencias en Alemania y España, Severo con sus gallos y con sus intervenciones oportunas en lo que conversamos, Lucy, de una tradición vegabajeña de la gran familia que ha pertenecido, Gastón, un joven de siete décadas y pico, siempre aportando con su experiencia y conocimiento y todos aquellos con los que compartimos cada semana. Bethzaida, siempre presente donde y cuando se le necesita, con su deseo de aprender de historia y de todo, ahora toma lecciones de cuatro. Albert y su esposa abogada nos enseñan mucho con su humildad y constancia. Edgar Pabón, polifacético y amoroso con todos, es también un pilar de nuestra organización.
Cada uno de ellos es una parte importante de la gestión colectiva que hacemos. Algunos comparten en familia, son esposos, primos o sencillamente amigos. Pero todos son personas buenas que disfrutan el espacio sano que dedicamos cada semana a nuestra ciudad y muy especialmente a los vegabajeños.
La historia no es labor de personas independientes que se retiran a recolectar datos. La historia es dinámica, interesante, retante. Todos buscamos explicaciones a las cosas que han pasado. No hay nada como compartir el conocimiento y parte de nuestra alma en estas aventuras semanales.
Cada vez que puedo, hablo y escribo de esos maravillosos compañeros porque son una parte importante de mi vid personal y yo se que lo soy de las de ellos. Hay muchos más de los que he mencionado. Todos también merecen su espacio al perpetuar la historia vegabajeña.