Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
La lluvia es una de las manifestaciones de la naturaleza. La ciencia la explica por lo que conocemos como un proceso de destilación que se origina en el espacio entre la tierra y el cielo.
Apreciamos más la lluvia cuando la preceden días de calor porque sabemos que en esa composición de los elementos de hidrógeno y oxígeno hay vida y crecimiento de todo lo que nos rodea y nos refresca.
Antes dormíamos bajo un techado de planchas de zinc cuyo sonido nos agradaba. Hoy seguimos escuchando el llover y disfrutamos esa maravillosa agua que no tenemos que pagar y que no viene con químicos adicionados.
También la lluvia es inspiracional para la poesía, la composición y el teatro. Hay quien llega a decir que son las lágrimas de Dios, que cuando llueve y hace sol la Vírgen se está peinando. Para el tiempo de Noé, el saldo fue renovación, pero para otros, la lluvia torrencial trae otros aspectos negativos.
Agradezcamos la lluvia en primera instancia, con lo otro bregamos después…