Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Las esculturas son expresiones del arte que nos sirven para transmitir ideas o presentar reflejos de la sociedad o del tiempo. Son objetos importantes, pues nos dejan ver la visión de artista sobre un fragmento de nuestra vida cotidiana, de la que nunca conocimos o de la que será.
A principios del Siglo XX había un héroe vegabajeño, José Gualberto padilla, para el cual se reclamaba una escultura. Nunca llegó, pero se hicieron otras a políticos, trío, historia y personajes. La mayor parte de ellos, no eran vegabajeños, aunque alguna relación tuvieran con el pueblo.
Las esculturas faunistas de la administración Santana fueron hechas sin propósito cultural. No es que no tengan valor, pero no se proyectó el interés vegabajeñista en la idea, el escultor ni en la colección. Hay hasta una ballena que nunca nadie ha visto aun en nuestras aguas playeras. Y además de eso, salieron caras.
Hay qus tener mucho cuidado con la inversión en la cultura. Generalmente se habla de gastos superfluos de un gobierno cuando gasta de más o la inversión no justifica el propósito. En Vega Baja, esa inadecuada adquisición nos mantiene en ascuas sobre lo que se va a hacer con la colección y sigue siendo motivo de polémica local y fuera de nuestro espacio porque siguen señalando errores de otra administración.
Ya debieramos estar pensando en la próxima que pudiera comenzar en 2017 o la continuación de la misma con su proyecto de futuro sobre el particular.