Por Thomas Jimmy Rosario Martínez

Desde que Igor González no ha estado participando en el equipo, no tenemos luz en la pelota AA. Tal parece que un buen equipo no es una prioridad para quienes lo administran. Como consecuencia, estamos en riesgo de perder la franquicia, dicen, por un oportunismo económico.
La Pelota AA nos ha permitido extender la gloria del Melao Melao por más de medio siglo. Una vez obtuvimos la franquicia, pero igual la perdimos. Después ganamos en 1959 y luego en 1973. Luego perdimos un campeonato por decidión de su apoderado y el equipo al no acudir al terreno de juego. Del 1973 a esta fecha han pasado 42 años y no hemos vuelto a ser Campeones de Puerto Rico, pero peor aun, cada año parece que se va por el sumidero nuestra esperanza de una buena participación que al menos motive nuestra fanaticada, amorosa y leal para acudir al parque Carlos Roman Brull y a seguir al equipo por toda la isla, y en algun lugar de las américas, si ganamos.
Ser fanático del equipo de Vega Baja requiere tener un sentimiento por nuestra ciudad, por los vegabajeños y por el deporte. En alguna parte se perdió el norte de esa ecuación.
Si queremos regresar con un fanatismo fortalecido y renovado, tiene que haber una buena oferta que tenga las posibilidades y las probabilidades de ser triunfador. Tiene que haber mayoría de jugadores vegabajeños y un apoderado o apoderados responsables y obligados que tengan los recursos de administración eficiente y de respaldo a la empresa.
Los que ahora tienen la llave para abrir la puerta del éxito en la próxima temporada no han probado responsabilidad con los deportistas, sus jugadores ni con su pueblo. Las excusas las tendrán, pero el resultado es el mismo.
No pueden, por lo tanto, esperar respaldo de los vegabajeños porque no hay motivación para nadie con la misma fórmula. Hay que rescatar el equipo AA de Vega Baja para que se convierta en el equipo de Puerto Rico.