La visita del Dr. Ricardo (Ricky) Rosselló a Vega Baja

Por Thomas Jimmy Rosario Martínez

Desde que trabajamos desde hace nueve años en esta empresa periodística me ha correspondido entrevistar a algunos de las principales figuras de la política local y la puertorriqueña. Hace poco tiempo mi amigo Miguel Ojeda trajo a Juan Dalmau, quien me dejó la impresión de ser una persona con mucho conocimiento y soluciones para nuestro futuro.

Ayer me llamó el amigo Ramón Pabón para indicarme que el jóven Ricardo (Ricky) Rosselló estaba interesado en participar en el medio que integramos como parte de su visita a Vega Baja en la noche del lunes. Anteriormente, el Presidente del Partido Nuevo Progresista, José Galán, me había anunciado su visita.

Aunque nuestro diario no propicia la política partidista sino el vegabajeñismo como primera opción en nuestra oferta a los vegabajeños, es menester proporcionar balance en las noticias y análisis que ofrecemos. Ustedes saben que no tengo buena opinión del gobierno central, pero pienso distinto del gobierno local. Cada cual tiene sus cualidades y calidades. Para el futuro, es menester ofrecer opciones. Mi opinión puede variar, como la de todos los puertorriqueños que nos preocupan los problemas sociales.

Don Ricardo (Ricky) Rosselló es una persona de buena presencia, simpático, correcto que tiene contestaciones para cada pregunta. Ninguna de las que le hice las anticipé a nadie pero creo sus argumentos fueron equilibrados y bien fundamentados y me parece más preparado para lidiar con asuntos a corto y a largo plazo y con tiempo para deliberar o sin él. No hay duda que personalmente inspira mucha más confianza y seguridad que la que proyecta en los medios.

Hay que seguir observando a este sensible y jóven ser que está interesado en resolver los problemas de Puerto Rico. Otros de mayor edad y aun de menor edad y con mucha o poca experiencia han resultado un fiasco, por lo que no debemos mirar lo que tanto se critica como que no tiene, sino lo que ofrece.

Anoche, camino a mi casa,  pasé sin detenerme en la actividad que celebró el PNP en la antigua Panadería La Lareña. Vi entusiasmo y participación en un comité local trividido por tres posibles candidatos a la alcaldía. En el panorama estatal también, curiosamente, ocurre lo mismo con un trío de candidatos.

Ricky parece ser el candidato emocional, la esperanza de los que recuerdan lo campechano de su padre, los proyectos faraónicos  y la teoría del positivismo político con su mezclada imágen de candidez, calor humano y una inteligencia bien cosechada. Sus posibles dos contendores, por el contrario, proyectan los extremos de las personalidades flemáticas y sanguinarias en un mundo donde se buscan personas eclécticas.

Agradezco a Luigi y a Edgar Freytes, Fotohistoriadores, por poder producir el trabajo avisándole apenas con dos horas de anticipación. Ninguno de los tres estamos comprometidos políticamente, pero nos produjo una gran satisfacción la oportunidad que nos han brindado.