Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Una de las tumbas mejor cuidadas es la de la Familia Rivera Landrón. No es casualidad que personas de distintos pueblos de la isla vengan a visitarla, pues contiene los espacios donde depositaron los restos de personas que han servido no solo a Vega Baja, sino a Puerto Rico.
El patriarca, Facundo Rivera Natal, fue agricultor, servidor público y literato. Residió en el campo y en el pueblo. Por lo que él fue y lo que sus hijos heredaron es que una bandera boricua adorna permanentemente su última morada.
El crédito de ese lugar lo comparten Francisco, Carmen y Trina. Un poema que sirve de epitafio a la tumba refleja su vegabajeñismo y su amor por la patria puertorriqueña.
El Centro Cultural de Vega Baja lleva el nombre de «Cambu», que de casada llevaba el nombre de Carmen Rivera de Alvarado, una trabajadora social y educadora que marcó su profesión con sus aportaciones y ejecutorias.
Doña Trina Rivera de Ríos fue otra trabajadora social que fue influyente en causas generosas relacionadas con los confinados.
