
Por Rubi Meléndez Pabón
Hoy mi corazón se me ha hecho añicos ante la triste noticia del deceso del hombre que me consideró y me llamó su hija. El hombre que aprendí a amar, respetar y valorar como a muy pocos. El hombre que me enseño a amar la artesanía puertorriqueña y a seguir trabajando en pro de nuestras raices y de nuestro arte de pueblo.
Hoy Walter se nos ha ido y con el perdemos a unos de los eslabones mas importantes de nuestra historia. Mi pensamiento aun esta nublado y mis ojos no cesan de llorar; hoy nuestro Baba se nos adelantó y nos deja con un gran vacío y con el gran compromiso de seguir su lucha. Es responsabilidad de todos y cada uno de nosotros de continuar su tarea.

Walter Murray Chiesa, gracias por el privilegio de hacerme parte de tu familia, por tus detalles y por todo tu amor. Hoy ya estas junto a todos los grandes que te precedieron, hoy hay fiesta en el cielo porque el Guatiao mayor llegó para asignar tareas y confabular con todos alla arriba. ¡Con cuanto jubilo las aves Maboiti cantan y revolotean! ¡Como brincan de alegría los caballitos de don Pedro Casillas! Y si sigo no termino porque hay tiples, bordonuas, cuatros sonando en el cielo! Y es que ese hombre grande de corazón inmenso amo y fue amado por todos los que por su lado pasaron.
Mi más sentido pésame a toda la familia Murray-Fornés, a todos sus hijos y demás familiares. Saben que los amo y que su dolor es el mio. Que Diosito y la santísima Virgen les brinden la paz y la fortaleza necesaria ante la perdida de nuestro querido Walter.
Descansa en paz mi querido Baba…
