Ante la novedad del virus y la gran cantidad de casos que se han detectado en ciertas regiones, el Departamento de Salud (DS) decretó este jueves una epidemia del Chikungunya en la Isla.

La secretaria de Salud, Ana Rius, firmó una orden administrativa que, según dijo, permitirá a la agencia establecer un sistema de vigilancia más activo para intentar prevenir que se siga propagando.

«Vamos a estar alertando a la comunidad continuamente para prevenir que este virus se siga creciendo y transmitiendo. Nuestro trabajo va a seguir siendo el mismo», indicó Rius durante una conferencia de prensa, en la sede del DS, al destacar que la orden no altera los protocolos que ha seguido la agencia para manejar el brote del virus.

«Estamos haciendo lo que tenemos que hacer. Ahora le toca a la ciudadanía compartir con nosotros esta acción de evitar que este virus se disperse más», añadió.

Exhortó a la ciudadanía a mantener los alrededores de sus residencias limpios, y fumigar dentro de las estructuras para eliminar los posibles focos de contagio.

La titular de Salud dijo que otra de las razones para declarar la epidemia es que, por la novedad del virus, la población en Puerto Rico no cuenta con anticuerpos para combatir la enfermedad.

«Siendo este un nuevo patógeno en la Isla, la población no cuenta con inmunidad contra esta enfermedad, poniendo ésta a riesgo para brotes y epidemias de esta nueva enfermedad», reza la Orden Administrativa 324, firmada el miércoles, pero divulgada este jueves.

La orden también obliga a los profesionales de la salud a reportar a las autoridades casos sospechosos o confirmados en un período no mayor de cinco días.

El virus del Chikungunya se contagia y manifiesta de manera similar al dengue, pero se caracteriza por un intenso dolor en las coyunturas y extremidades. Los síntomas se desarrollan principalmente entre tres y siete días después de la picadura del mosquito Aedes aegypti.

Hasta el 25 de junio, se habían reportado en la Isla 206 casos, 89% de ellos en el área comprendida por San Juan, Bayamón y Carolina. El primer caso se registró en mayo.