Por Thomas Jimmy Rosario Martínez DVPR
En otros años era el medidor del fervor popular en Vega Baja. Si fuera por ese criterio, los mismos populares dicen que fue un velorio el Abrazo Popular de este año.
Si hay velorio es porque hay un muerto. Y si hay un muerto es la militancia de una organización política que no responde porque está desilusionada y quiere crear distancia. O puede ser el liderato dentro del propio partido del Presidente, que resulta ser el alcalde de Vega Baja.
¿O es que no se promovió porque no había dinero para anunciarlo o porque quieren terminar con ideas de la vieja guardia de celebrar esta tradición vegabajeña y puertorriqueña?
En círculos íntimos de los populares, se dice que sigue habiendo descontento con el Presidente local, que es Marcos Cruz Molina y que él, ocupado con los menesteres del Gobierno Municipal, no quiso embargarse ni delegar en una actividad en la que tendría que enfrentar a los que no lo quieren.
También se dice que dos personas del corazón de rollo, un abogado y un ex-candidato a legislador, están interesados en retar a Marcos Cruz para la candidatura a alcalde y que él no quiso propiciar una temprana aparición de carteles, propaganda ni foro para promover otras candidaturas.
Otra versión dice que el Comité Local del Partido Popular está embrollado, no
tiene recursos y por eso ni han cambiado su apariencia desde las elecciones. Sin dinero, no podían promover la actividad y utilizar a los contratistas del Gobierno Municipal es algo ilegal que Marcos Cruz no quiere hacer ni con un palo largo.
Lo que parece ser cierto es que en este año el abrazo hizo historia al ser una reunión social de algunos pocos y más frío que un saludo por Internet.
