Por Thomas Jimmy Rosario Martínez DVPR
Desde el punto de vista histórico, no sabemos cuándo comenzaron las Fiestas Patronales o de Pueblo de Vega Baja. Hay puntos de referencia como cartas, poemas, escritos de cronistas e historiadores, actas municipales y ordenanzas que nos pueden ubicar dentro del gobierno municipal y documentos de la iglesia para estudiar la vertiente religiosa, pero aparte de describirse lo que ha sido de tiempo en tiempo, no podemos partir de una fecha específica.
Cuando hablo de religión y de fiestas patronales tengo que referirme exclusivamente al templo de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, ubicado en el centro del casco del pueblo tradicional y no a los demás templos católicos de Vega Baja, que cada cual tiene una denominación diferente.
La coincidencia entre el día tradicionalmente aceptado por los civiles vegabajeños como el de nuestra fundación -7 de octubre- y el de la celebración de la Virgen de Nuestra Señora del Rosario de la Iglesia católica se debe a que en los primeros días de nuestro pueblo, la iglesia tenía una influencia decisiva en todas nuestras decisiones. No había ateos, espiritistas ni protestantes. Todavía algunos de nuestros políticos tienen tanta fe católica, que el día de la juramentación del alcalde en 2013, comenzó con una misa.

A mediados de siglo pasado, hubo una pugna entre el Gobierno Municipal y la Iglesia Católica por lo que se decidió separar las fiestas. Pero antes y después ha habido una conexión que dura hasta nuestros días, independientemente de las disposiciones de separación entre iglesia y estado de las constituciones que nos aplican.
Lino Padrón Rivera, nuestro gran representante de los trabajadores y de la política, hizo un importante escrito en el Programa de Fiestas Patronales del 1959, el cual lee como sigue:
«Pórtico. Parado frente al pórtico del Templo de nuestras tradiciones, herencia de la cultura española, viene a mi mente el recuerdo de la llegada a esta ciudad tradicional y hospitalaria que me dió una esposa y unos hijos encantadores.
Fue en las Fiestas Patronales de 1915, mientras desfilaban frente a mi campesinos abatidos por el dolor y con las huellas de la miseria en sus caras tristes, que tuve la inspiración de convertirme en su defensor frente a la explotación de los poderosos.
Y desde entonces, cada año que llega me trae el recuerdo de aquel momento que influyó poderosamente en el curso de mi vida y asoció para siempre mi espíritu en las Fiestas Patronales.»
Ese testimonio de ese gran vegabajeño adoptivo en el ocaso de su vida nos debe llamar a la reflexión. No menciona fiesta municipal ni del gobierno sino de la Iglesia. En algún momento, comenzó la celebración por parte del gobierno municipal y sus habitantes.
En ese programa que le he citado y en los anteriores y posteriores, había una representación de la Iglesia Católica por medio de unas fotos que tomó mi padre del Templo y la Plaza. Posteriomente las carátulas se sustituyeron para tener distintos motivos vegabajeños no religiosos. En 2004 apareció por vez primera la foto del alcalde Luis E. Meléndez Cano en el anuario que sustituyó el Programa de Fiestas Patronales, lo que se repitió en 2006 con otro alcalde, Edgar Santana Rivera.
En los últimos años no se ha publicado programa ni el anuario que lo sustituyó por los costos, y creo yo, la falta de talento para encargarse de una publicación que últimamente era una colección de anuncios comerciales, repetición de artículos escritos en años anteriores y fuente de propaganda política.
Las fechas de las fiestas han cambiado y tienen una explicación. No siempre se ha incluído el 7 de octubre, fecha de la fundación de Vega Baja dentro de las fiestas patronales o de pueblo. En 1976, por ejemplo, el año de nuestro bicentenario, se celebró entre el 24 de septiembre y el 3 de octubre. Eso se debe a una confusión histórica, producto de una comunicación de Agustín Alvarez con un editor de una revista conocido, que estableció que el 3 de octubre era el día de la fundación. Yo personalmente caí en ese error y mi escrito sobre la historia política establece esa fecha por esa fuente secundaria. Posteriormente hemos hecho la rectificación correspondiente y en la Ordenanza aprobada declarando el Día del Vegabajeño, se determinó que es el 7 de octubre de cada año. El autor de la medida legislativa fue el hoy alcalde Marcos Cruz Molina.
Lo cierto es que aun no hay un documento que establezca la fecha exacta y cuarenta años después de comenzar a escibir sobre historia de Vega Baja, aun estamos prácticamente en el mismo lugar de incertidumbre. La información más confiable establece el 7 de octubre por ser el día establecido por la tradición católica y que le da nombre a nuestro templo católico local. Ese 7 de octubre se basa en un milagro ocurrido en España y que los puertorriqueños católicos han aceptado en otros pueblos para honrar como Patrona a la Vírgen del Rosario, como Ciales y Yauco y también se venera en Sabana Grande como la vírgen que se le apareció a unos niños y que originó el Santuario de la Vírgen en dicho pueblo.

En el Escudo de Vega Baja están los Cinco Misterios del Santo Rosario representados en las rosas que aparecen en la parte central de acuerdo a la tradición, consignando indubitadamente la parte de nuestra historia que le debemos a la institución de la Iglesia Católica.
