Por Thomas Jimmy Rosario Martínez, DVPR
(Publicado originalmente el 3 de febrero de 2009 en El Diario Vegabajeño)
El alcalde* dice que no hay dinero en las arcas municipales ni para un remedio, por lo que no habrá cambios provocados por la administración municipal. La alternativa es la empresa privada, el gobierno estatal o el Gobierno Federal. La empresa privada esta en recesión también, el Gobierno Estatal tiene un déficit de 3.2 miles de millones y el Gobierno Federal tiene sus problemas y condiciones para un desarrollo futuro. ¡Salvanos Divina Pastora!
Eso nos deja una sola alternativa para mejorar a Vega Baja. En los próximos tres años todos estamos por nuestra cuenta, por lo que hagamos individualmente cada cual para mejorar nuestra ciudad. Mi reflexión no es cinismo, sino que lo pienso seriamente: no estoy emocionalmente envuelto en mi idea. Es lo que debemos hacer cuando no hay otra alternativa: mirar a nuestro alrededor y en la soledad virtual, crear un nuevo orden de cosas.
Hay quienes en años anteriores, sintiendo la ausencia de oportunidades de progreso, viajaron fuera de Puerto Rico. Tres cuartas partes de mi familia emigró a Kissimmee y a Washington D.C., igual que muchos otros amigos y conocidos. Pero ya parece que esa opción se agotó. Muchos ya la ejercitaron y algunos están haciendo números con los miles de otros reclamantes del desempleo.
“Vuelve el perro arrepentido, con el rabo entre las patas…”. Es penoso, pero eso nos puede pasar si nos vamos. Cambiar de ambiente es bueno, pero si todos se fueran, ¿quienes se quedan a lidiar con la realidad?
¿Que podemos entonces hacer por Vega Baja y por nosotros mismos? Fortalecer nuestras instituciones y crear otras. En tiempo de escasez, se cultiva el espíritu, por lo que la cultura es una alternativa. Tambien el entretenimiento al aire libre y bajo techo, como visitar nuestra Playa Puerto Nuevo, ejercitarnos y pertenecer a algún grupo religioso o de buenos pensamientos.
Buscar la productividad individual y colectiva con iniciativas nuevas nos beneficiaría a todos y contribuiría a no agravar la psicosis colectiva que este pueblo sufre.
Así estaremos descansados y listos para cuando regrese el próximo ciclo económico.
Notas
* El alcalde que menciono es Edgar Santana, primer ejecutivo de entonces, quien después de las elecciones de 2008 admitió la crisis del Gobierno Municipal que heredaron sus sucesores Iván Hernández y Marcos Cruz Molina. Cuatro años después, es la misma situación, por lo que tenemos que revivir la historia para buscar opciones que ya nos fueron dadas.
