“Entren que caben 100…”

Por Ramón L. Hernández Espino*

Hace más de medio siglo los puertorriqueños refrendaron en las urnas de la democracia el estatus político que hoy día sigue rigiendo los destinos de nuestra Isla. Con deseos inquebrantables de lograr un mejor porvenir, se forjó una fórmula única en nuestra historia, que le proveería a los puertorriqueños lo que para ese entonces era muy necesario; Desarrollo económico y social.

Hoy, años mas tarde, se repite la historia de la década de los 50. Se hace más indispensable que nunca, una estructura que pueda proveer el desarrollo económico y social que ha sido lacerado durante años, por administraciones que se han dedicado al “apaga fuego” diario, e incluso a minar el potencial del estatus actual, tratando de viabilizar sus formulas mágicas. Por años han ido dinamitando nuestro país, para decir con puño en alto y mano en el corazón, “el estatus es el issue”. Esa fórmula mágica, es inexistente.

La realidad desalentadora que viven los puertorriqueños hace meritorio realizar cambios urgentes a la formula de estatus original, sin que se pierda de perspectiva que aun existe espacio de crecimiento para el Estado Libre Asociado. Así lo han establecido los pasados presidentes del Partido Popular Democrático, que le han dado su propia interpretación a ese crecimiento necesario de nuestro estatus, sin que se pierda la esencia misma de esa “formula creadora” como la llamaba don Luis Muñoz Marín, y que nació de la raíz misma de negociación bilateral con los Estados Unidos de Norte América, refrendada por la bendición de la democracia, y que alberga en su seno la realidad de lo que verdaderamente somos; Puertorriqueños.

Para que haya un correcto funcionamiento de algún sistema, el mismo debe ser, en definitiva, desarrollado por aquellos que creen en él. Es imposible un adelanto efectivo, si quienes buscan impulsarlo son aquellos que en el pasado han demostrado la única intención de acabar con él. Todo esto, con la exclusiva razón de lograr que advenga ante todos los puertorriqueños “La Panacea” que traerá consigo, copos de nieve y de fondos federales. Lo que no han dicho es lo que surge del informe de la General Accounting Office (G.A.O.) en donde claramente menciona que la ilusoria y mítica salvación para los puertorriqueños, llamada “Estadidad” sería mortal para el desarrollo económico de la isla. La carga de impuestos federales que recaería sobre el ciudadano promedio del país, causaría una debacle en las tasas de desarrollo económico, sin mencionar, que nos sentenciaría a la sepultura eterna del vinculo irreversible con la federación norteamericana.

El Estado Libre Asociado, no tan solo tiene futuro, también posee un potencial de crecimiento, que debe ser discutido con seriedad y compromiso, por aquellos que lo desarrollaron. El Partido Popular Democrático, debe entrar en un diálogo respetuoso e inclusivo, en donde todos aquellos que puedan aportar ideas, lo hagan reconociendo que nuestras raíces son únicas y le han servido bien a nuestro país. Sin embargo, este diálogo dentro de la colectividad debe incluir a todos los sectores que han mencionado ideas claras sobre el desarrollo pleno de nuestro estatus. Los estadolibristas autonomistas, los que respaldan la soberanía o libre asociación, y todos aquellos que puedan aportar al desarrollo de nuestro estatus, deben sentarse en una mesa redonda, poniendo siempre al país primero. No es hora de protagonismos, es hora de lograr una unidad de propósitos.

Nuestro Partido alberga en su nombre la magna declaración de un país desarrollado, civilizado y humanista; Democracia. Que el diálogo sea uno de altura y que aun a aquellos que no piensan como nosotros sobre el desarrollo de nuestro estatus, podamos decirle “Entren que caben 100…” Nuestro país no espera menos de nosotros.

Para todos los demás, como una vez dijera don Luis Muñoz Rivera, «Que la retórica aguarde, que la verdad pasa.»

*El autor es Estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana.