
Hace algún tiempo un amigo cubano, profesor de Física, radicado en Alburquerque, ciudad del estado de Nuevo México, USA, me invitó a su casa. Alburquerque es la ciudad más grande del estado (más de medio millón de personas) a la orilla del “Rio Grande”, el de las películas de vaqueros. Si va algún día, le aconsejo que vaya a sus 18 museos. Estos, de hecho, trabajan con guías voluntarios, como debiera ser en Vega Baja.
Fui y como en la casa todos trabajan, me dediqué a caminar por la ciudad que aún tiene bastante del danero arquitectónico español, en su centro histórico. Como tiene tanto mejicano descendiente, tiene aceras por todas partes. Amplias, limpias y seguras.
Un día se me ocurre ir a la capital del estado, Santa Fe, pequeña ciudad, solo un poco más grande que Vega Baja en población, con la diferencia es casi toda urbana lo que da la impresión de será más grande de lo que es.
Para ir, un amigo en su recorrido de llevar sus hijos a la Universidad me dejó en la estación de autobuses. Allí tomé el de la mañana. Ese autobús es, para todos los efectos, un autobús de servicio a empleados de gobierno y empresas privada que viven en Alburquerque y trabajan a la capital. Ellos pagan menos que los demás, porque tiene un prepago de servicio de 20 días de uso. Si no van a trabajar pues ese día lo pueden usar el fin de semana o lo ahorran para otro día o en el próximo mes lo descuentan. Yo, por ser un usuario casual, pagué más.
Hoy se me ocurre que estando el tren de cercanía en Toa Baja, un trolley podría hacer una ruta en la mañana y otra en la tarde desde la Plaza de Mercado al terminal de Toa Baja. ¿Porque desde la Plaza de Mercado? Pues porque allí hay un estacionamiento multipisos. Solo hay que reubicar el recaudador municipal que está en el estacionamiento pequeño del Edificio Muñoz Marín y ponerlo en la entrada del estacionamiento multipisos de la Plaza de Mercado con un monitor y cámaras. Claro con comunicación con la Policía Municipal, para la seguridad.
Lo mejor sería que se hiciese un carril exclusivo, pero es más complicado. Para el verano se podría empatar con una ruta especial a la Playa de Vega Baja desde la Plaza de mercado. Así una persona que viva en zona metropolitana podría en transportación pública venir a pasar el día en nuestro pueblo, aunque no tenga automóvil. Por supuesto, estudiantes y empleados podrían usar dicho servicio por convenio de pago de ruta.
Podríamos intentarlo este verano. Con una promoción adecuada y en un proyecto piloto, sabríamos su viabilidad. Claro, tendría que ser temprano en la mañana y sin fallar, para que las personas puedan contar con un servicio confiable.
· Hay que facilitar que las personas que quieran trabajar y vivan en Vega Baja se integren a la transportación masiva.
· Hay que cobrar un precio módico para ayudar a cubrir los gastos.
· Hay que darle mejor uso a las facilidades y equipos.
· Hay que ser innovador.
Sometido.






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