¿Porqué no debe aspirar según yo?

Por Esmirna Vega

HECTOR FERRER

Fuera de líneas partidistas deseo expresar mi opinión sobra la posible candidatura a la gobernación por el PPD el señor Héctor Ferrer.  Como todos sabemos, este caballero está en un proceso de terapias para un cáncer que se le encontró.  No significa que eso sea impedimento para que aspire, más bien que estamos en una situación donde el fanatismo político no perdona salud o familia.  Donde a la hora de quitar del medio a alguien usan las armas más descabelladas que puedan existir, la familia.

Hace aproximadamente una hora leí varios comentarios sobre la aceptación o el rechazo del pueblo hacia los piensos de Ferrer.  Algunos opinan sobre su capacidad para lograrlo.  Otros piensan que no es apto para tomar esa batuta.  Pero otros, ridículamente, sacaron a reducir un problema que el señor Héctor había tenido con su esposa, haciendo el asunto más grande de lo que fue.  Me sorprendió ver la cantidad de personas que existen en Puerto Rico que tienen “MATRIMONIOS PERFECTOS”.

Creo que para este próximo año no habrán divorcios ni violencia doméstica.  ¿Qué mucha estupidez?  Tanta gente criticándolo por eso cuando todo el mundo ha tenido sus altas y sus bajas dentro de su núcleo familiar.  No con esto digo que estoy de acuerdo con su candidatura, pero me parece infantil la forma de fiscalizar en este país.  Si no comenzamos a tomar las cosas enserio y a fiscalizar con prudencia, seguiremos cuesta abajo cuatrienio tras cuatrienio.

No obstante, quiero decir estas palabras para el señor Héctor Ferrer:  Compatriota,  su familia lo necesita sano.  Sus seres queridos desean compartir con usted muchos años de vida.  Para todo hay tiempo y todo tiene su momento.  Créame que si llega a una posición como la de gobernador en este tiempo tan delicado de su vida, son pocos los que le agradecerá los sacrificios hechos por asumir dicho cargo.  ¡Es más! Le lanzarán lodo para desorientarlo y que no logre hacer nada bien por este bendito país que tanto lo necesita.  Y sí, soy estadista y como tal no creo en su ideal.  Pero también soy humana y creo en su existencia en este planeta y en esta isla.  Creo en que antes de defender un ideal, necesitamos defender nuestra humanidad y nuestros valores y principios.  Le exhorto a que piense bien las cosas porque su vida y su familia vale más que este alboroto político.  Dios le bendiga y le de salud.

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