Por Thomas Jimmy Rosario Martínez

Hace cerca de medio siglo me interesé por la celebración de las Fiestas de Pueblo de Vega Baja. Se llamaban entonces Fiestas Patronales, nombre con el cual aun son invocadas cuando hablamos de mas o menos lo mismo.
Me atraía esta celebración porque residía al frente de su ubicación tradicional que era el centro del pueblo tradicional. De niño mi hogar era en la Calle José Julián Acosta número 66 donde aun está la Fotografía Rosario. Por eso, año tras año presenciaba desde que construían el templete, colocaban las máquinas de diversión, los quioscos y armaban las «picas», que eran cubículos de apuestas de distintas clases.
Ya de jóven, las disfrutaba por mi cuenta. Llegué a bailar con el grupo de la escuela en una demostración, me emocionaba meterme en la oscuridad del «gusano» con alguna muchacha para los primeros besitos escondidos o en la «estrella» para disfrutar de unas manos nerviosas y sudadas de las chicas cobardes y asustadas por la altura. Ví al fakir Blackaman acompañarse de culebras «venenosas», supuestamente sin ingerir alimentos en un ayuno prolongado por diez días, los animales con problemas genéticos de cuatro ojos, dos cabezas, cinco piernas. La «mujer araña», la «mujer culebra», el algodón, el bailarín, los juegos populares, los fuegos artificiales, eran muchas de las atracciones que vi pasar con el tiempo.
En 1973 escribí una descripción de las Fiestas Patronales para el programa anual del Gobierno Municipal. Antes de eso había leído referencias pero nunca algo que resumiera esa experiencia anual. Hay empero poesías, recuentos y escritos posteriores de otros autores y mucho material fotográfico sobre estas celebraciones por lo que son algo importante para nuestra historia.
Durante esta semana hay tres acontecimientos principales que habremos de mirar. El primero es el mensaje que va a ofrecer el alcalde Marcos Cruz Molina sobre el estado de las finanzas, lo cual habrá de ofrecerse mañana lunes en la noche. El miércoles se reinagurará la Plaza y viernes comienzan las Fiestas de Pueblo.
Siendo optimista, creo que es una oportunidad para trazar la ruta del futuro para el casco de pueblo. Todos los gobiernos municipales, incluyendo el presente, han errado en muchos de sus enfoques e incluso la obra que debieron hacer o hacen. Es momento de que relexionemos para que la historia sera una herramienta útil para la evolución positiva, ordenada y razonada de este lugar donde todo comienza.
Haremos una mirada retrospectiva de lo que significa el pueblo tradicional, su utilidad en el presente y en lo que puede convertirse.
