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por Orlando Parga

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Puerto Rico necesita otro Martínez Nadal

El año electoral 1936 comenzó el 23 de febrero con el asesinato del jefe estadounidense de la Policía de Puerto Rico, Francis Riggs. Los nacionalistas que lo asesinaron fueron a su vez asesinados en el cuartel policiaco. Dos meses después -el 23 de abril de 1936- el senador Myllard Tydings radicó un proyecto de ley que prácticamente imponía la independencia a Puerto Rico bajo condiciones económicas sumamente adversas.

El “Bill Tydings” fue poco más que una vil represalia por el asesinato de Riggs, íntimo amigo del influyente legislador. Tydings era conductor de la legislación para la independencia de Filipinas y actuaba en concierto con el Departamento de lo Interior de la Administración Roosevelt. Indiscutiblemente, aquello iba en serio y los líderes del partido liberal, Antonio R. Barceló y Luis Muñoz Marín, olvidaron sus diferencias para, de mutuo acuerdo, pedir a Washington repensarlo. Muñoz hasta alertó que Estados Unidos ponía a riesgo los ingresos que representaba su mercado en Puerto Rico.

Hubo, no obstante, dos líderes puertorriqueños que aceptaron el “proyecto Tydings”. Pedro Albizu Campos dijo que lo único malo del proyecto era la espera de un año para que los americanos se largaran de Puerto Rico. Y para sorpresa de correligionarios estadistas y adversarios independentistas, el presidente del partido Unión Republicana, colíder del gobierno de la Coalición Republicana-Socialista y presidente del Senado, Rafael Martínez Nadal, dijo tajantemente que, si la Administración Roosevelt incumplía de tal manera sus obligaciones con los ciudadanos americanos de Puerto Rico, “entre el hambre y la deshonra, yo señalo a mi pueblo el camino de la dignidad”.

Martínez Nadal aceptó el “proyecto Tydings” sin encomendarse a ningún otro recurso que su valentía y patriotismo personal, y Washington sintió el terremoto del dirigente estadista más influyente en su posesión caribeña dispuesto incondicionalmente a la independencia. En cuestión de semanas, el proyecto Tydings se volvió sal y agua. El 3 de noviembre de 1936, Martínez Nadal fue reelecto por mayoría abrumadora.

Hay que repetir la historia. Necesitamos un Martínez Nadal que reclame a Casa Blanca y al Congreso cumplir cabalmente sus obligaciones y deberes con sus ciudadanos de Puerto Rico.

Hoy martes 22, en el Recinto Metro de la Universidad Interamericana, se rescata del olvido la vida legendaria del prócer Martínez Nadal al presentar su biografía actualizada por ensayos, en un magistral libro que edita el profesor José Luis Colón González. Los interesados en rescatar y en que se reviva aquella gesta, están convocados.

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José Luis Colón González es un historiador vegabajeño que escribe biografías de grandes puertorriqueños.

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