
Ayer en la noche recibí la noticia del fallecimiento de un gran amigo y hermano, Octavio Otero. En el transcurso de mi carrera me enseño a no procrastinar, a seguir adelante sin importar las adversidades que tuviera de frente, a tener fe en las habilidades y dones que el Gran Yo Soy deposito en mi para servir con denuedo y compromiso al pueblo.
Fue uno de mis mas allegados mentores y aunque ya partió su legado continua con vida, tengo fe en que Dios dará fortaleza a su familia para poder continuar hacia adelante, así el lo hubiese querido y así debe ser, hasta pronto y que Dios te guarde en su seno.