Por Thomas Jimmy Rosario Martínez DVPR
Josué Carrión enfrenta un juicio federal por ciertos actos cometidos en el Areopuerto Luis Muñoz Marín. Parece una cosa sencilla. El tiene una imágen de niño bueno. Ojalá salga bien de sus cargos.
Pero todos nos preguntamos el porqué a él se le ocurrió tratar de pasar -por sgunda vez que se conozca-, un arma cargada dentro de su equipaje. ¿Absent minded? Si el problema es la memoria, nunca debió poseer y mucho menos portar un arma. Cuando las cosas ocurren por segunda vez ya uno no puede creer en la inocencia, sino en la imprudencia y hasta en la intención.
¿Para qué llevaba un arma cargada un hombre que proyecta paz y hasta ser seguidor del cristianismo? El es comerciante y sabemos que este tipo de persona y más él que es reconocido públicamente como una persona que ostenta tener miles de dólares en efectivo y lo demuestra a través de la televisión, están sujetos a ser asaltados en cualquier momento. Eso es una manera de prevenir.
Pero ahí hay algo más. Tal parece que las autoridades federales saben mucho más sobre el tipo de negocio en que consiste su Casa de Empeño Oro Centro, diversificado en todo Puerto Rico, incluyendo un local que próximamente se instalará en Vega Baja, en el área del pulguero, al lado del Banco Santander.
Es un secreto a voces que tanto las empresas recicladoras como las casas de empeño son negocios legales que trabajan en algunas ocasiones con materia prima hurtada. Metales que son deformados para que no se parezcan al lugar ni a la pieza de origen. Equipos que son hurtados y luego se venden en municipios lejanos para que la Policía nunca los localice,
Es posible que Josué haya estado en la mira de los investigadores públicos desde hace tiempo. De hecho, hace una década tuvo al menos un encuentro conocido por comprar propiedad robada. De aquel caso salió limpio, pues se trabajó para que no le afectara su futuro. Hace poco más de un año, tuvo su primera detención con los federales, que le creyeron que no intentaba transportar su arma cargada y le dieron una oportunidad que aparentemente no la supo aprovechar. Lamentablemente para é y afortunado para el resto de la sociedad, nadie está por encima de la ley.
Muchos artistas han estado presos por distintas razones. Roberto Rohena, por contribuciones, Santos el vegabajeño de la Tuna de San Juan injustamente por pensión alimenticia, el Mejicano, por drogas y así por el estilo. Generalmente los artistas los vemos como seres perfectos y nos extraña que cometan errores. Pero la realidad es que son tan humanos y defectuosos como los demás. Ellos mismos en muchas ocasiones son responsables de lo que les pasa, como el caso de Mr. Cash.
Vuelvo a desearle lo mejor a Josué. Mucha gente lo quiere y lo ven como un jóven inocentón, medio mama’s boy que le gusta jugar aun con juguetes caros. Pero posiblemente la justicia federal no esté detrás de él sino de un negocio lucrativo como el de él que tanto daño está haciendo a la sociedad que produce escalamiento de propiedades, robo de prendas de valor y metales. El ahora está en el ojo del huracán, Prepárense para los vientos de reversa.