Diosdado Cano Rodríguez
“¡Son peligrosas solo las cosas que se toleran largo tiempo!”, Peter Altenberg, Raccolto, 1915, ( Escritor y poeta austriaco.)
Saludos vecinos,
Se dice entre los aficionados a las historias livianas, que la profesión más antigua es la prostitución.
Entiéndase el concepto, “profesión”, como una actividad humana especializada y productora de bienes y/o servicios en que interviene una transacción comercial. La moral “judeo – cristiana” la ha convertido en una actividad reprochable y de hecho legal, en un delito. Pero realmente es un problema complejo salubrista me enfocado con estrategias fracasada a todos luces. Me refiero a la Historia humana. Claro aparte del juicio moral de algunos llamados cristianos, que todos sabemos es una hipocresía social. La verdad es que en estos tiempos de liberalismo, a casi todos los niveles, toda esa moral rancia está cuestionada. Además. ¿Qué dijo Cristo cuando llevaron a María Magdalena, la prostituta?
Ah, pero no me mal interprete. Detrás de el concepto de prostituta (o), hay como víctima, un ser humano que sufre las consecuencias de ir contra su dignidad personal, poniendo en riesgo su salud y la de los demás y su valor social. No creo por el acto sexual, resultado del llamado de la naturaleza, si no por la transacción comercial empujada por su necesidad que hoy está atada, en la mayoría de las veces, a los vicios.
Pero desafortunadamente el enfoque gubernamental es uno de criminalizar. Arresto, cárcel, marginación, en fin castigo. Pero eso, ya usted ve, no funciona. Es como el que barre la basura bajo la alfombra.
Cuando la agencia que hace de “escuadrón contra el vicio” llega, no arresta al vicio, arresta a una víctima del vicio. Pero que hace esta agencia que no sea echar la victima a la cárcel, que en nuestro sistema, “Dis que de Corrección”, pues no corrigen a nadie y es un caldo de cultivo de criminales.
Eso pasa por la visión fraccionada de la atención a los problemas sociales en que cada agencia se justifica a si misma desde su reglamentación y no desde la razón social primaria, que es ayudar al ciudadano. Esas agencias, con diferentes nombres, sido un fracaso. Ni han logrado eliminar al vicio, ni han ayudado a las víctimas. Ahora hay más que nunca y en todo sitio.Yo propongo un cambio, del enfoque actual, que es criminal a uno salubrista. La idea no es nueva, no es mía, quienes primero la propusieron sosteniéndola con estudios doctorales fue el psicopatologo, Dr. Michel Foucault en su libro, “Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión”, Y el filosofo Dr. Jean Paul Sartre, en su defensa de los prostíbulos en Francia. Ambos franceses que vivieron el pasado siglo.
Creo que cuando se interviene con una persona que es victima circunstancial de cualquier vicio (dañino por definición) a su salud, hay que hacerlo con un grupo multisectorial a partir de Educadores en Salud y Trabajadores Sociales. No me digan que es costoso para el estado pues, ¿Cuánto vale un ser humano?
El Centro Urbano de Vega Baja, por la noche, es un gran prostíbulo a la luz de la luna y sin ella. Proxenetas, prostitutas, saqueadores, vagabundos, drogadictos y vendedores de drogas, pululan como si fuesen dueños de las calles. Ladrones corren por los techos como gatos. Excepto por mi patio, pues tengo un jardín de cactus espinosos.
Incluyo a todos los merodeadores. Hasta el conocido “viejo de la mariguana”, que de día y de noche pasa por nuestras calles con su rostro de inocencia senil haciendo “deliveries”. Eso es desde hace años.
He ahí un gran problema por atender.
Gracias por su tiempo.
Respetuosamente, esto es solo mi opinión.
Diosdado Cano Rodríguez, MAED, MPA. (Vegabajeño) 16 de julio 2014.
Archivo del Diario Vegabajeño de Puerto Rico Segunda Etapa de Diciembre 2012 a Octubre 2016 