
Los penepeístas vegabajeños tienen un problema histórico. Luchan para posicionarse, pero no para nutrir su ideal. Cualquiera de ellos carece de los elementos de conocimiento sobre la estadidad. No hay ideólogos estadistas localmente, a pesar de que esa es la razón final del partido. Nadie escribe sobre el ideal de estadidad, a pesar de que hay foros abiertos, incluyendo este diario que para el que sabe, pueda transmitir.
Yo creo que Angel Abdiel, debe dirigirse principalmente a buscar los fundamentos de la estadidad y cambiar el enfoque de que los jóvenes son alicates para recoger dinero en los semáforos y de presencia social y deportiva. Todo lo anterior es necesario y bueno y ayuda a la cohesión del grupo, pero si no se alimenta el espíritu, se afloja alma.
El lazo coherente es el ideal de estadidad. Hay que nutrirse y hay que educar. Hay que contar la historia de los vegabajeños y puertorriqueños que antes nos han representado bien en la exposición pública y que han demostrado estar preparados para contestar cualquier pregunta o enfrentar dudas. Hay que encontrar ejemplos en la historia de Estados Unidos cómo otros estados, especialmente los que adoptaron el Plan Tennesse, llegaron a ser parte de la unión. Hay que hablar de estrategias políticas y gubernamentales para trazar el camino común hacia el mejor destino de Puerto Rico.
Hay que derrotar el miedo de perder la cultura, el idioma y los concursos deportivos privados deportivos y de belleza. Tenemos que trascender y decir la verdad de lo que puede ponernos en una mejor situación económica como o mejor que en los 50 estados y quitarnos del camino a tercer mundo a que estamos llegando como territorio no incorporado.
Tenemos que dejar de emigrar para hacer lo mismo que hacen nuestros compatriotas en el continente a partir de cuando tengamos los mismos derechos y obligaciones como ciudadanos americanos en suelo incorporado. En ese momento entenderemos que las contribuciones americanas no son el cuco que nos metieron por muchos años y que es de mucho mejor beneficio aportar y recibir por lo que damos a un sistema seguro y retributivo justo que estar sometidos al confiscante sistema estatal de recaudos.
La juventud que se está forjando es esperanzadora. Los mayores que se supone que sean los modelos, a falta de fundamento, se van a programas de televisión a discutir sandeces de barricada y entretienen, pero no forjan ideales permanentes con metas alcanzables. Ese tipo de personaje tiene que sustituirse por el estadista comprometido y educador de una idea posible, probable y alcanzable.