La apariencia cuenta

Thomas Jimmy Rosario Martínez por LuigiPor Thomas Jimmy Rosario Martínez DVPR

Los miembros del Partido Nuevo Progresista deben respetar la elección del Presidente José Galán. Primero, porque nadie ha dicho que hubo fraude en la elección y segundo porque ese es el resultado de la voluntad de los novoprogresistas. Ellos son los únicos dueños de su pasado, presente y futuro.

Aseguran que Héctor «Tito» Cordero va a retarlo para la candidatura a alcalde y tiene derecho legal a hacerlo. Pero en realidad yo no sé si en el ánimo razonado de los novoprogresistas de la base del partido piensan que en cualquiera de los escenarios, hasta la de un tercer candidato, tenga probabilidad contra Marcos Cruz. Por lo que he dialogado, esa oportunidad no la hay, pero debe mantenerse la llama encendida produciendo movimientos, porque del futuro nadie sabe.

Galán no está cuidando su imagen. Primero tuvo una falsa salida en el ataque al alcalde y yo le contaría otra con el comentario reciente sobre los aumentos a ciertos funcionarios por encima de otros. Su cara de mocho en las fotografías que circularon de la actividad donde se recibió a Ricardo Rosselló y la poca concurrencia de personas al evento, es un mal comienzo.

El que haya venido su compueblano y antiguo jefe Gary Rodríguez como delegado presidencial a una actividad, cuyos familiares le cedieron el local en Tortuguero a él y al PNP, da mala espina. Siempre se pensó y hasta se dijo en 2012, que el padre de Gary, Angel «Buzo» Rodríguez, anterior alcalde de Toa Alta y convicto por casos de corrupción en el nivel federal, hacía la de inversionista política con su generosidad a los novoprogresistas. En la campaña a la presidencia Galán negó vínculos con el otro reconocido inversionista Andrés San Miguel, pero una foto aun mantiene la duda pública de la razón para la reunión.

Eso será un flanco débil que mantendrá siempre en vilo cualquier movimiento político del Presidente Galán y hasta del Partido Nuevo Progresista, porque si alguien sufrió más que nadie el destino de sus dos alcaldes pasados, han sido la mayor parte de los votantes  novoprogresistas que no están pendientes de puestos o cargos y que no participan activamente en actividades partidarias, pero votan.

José Galán no es tonto, todo lo contrario. Es un gran estratega político que  ha demostrado lograr posicionarse en la representación municipal del Partido Nuevo Progresista con los votos de los vegabajeños. Antes no fue vencedor, pero con su lucha interna logró unos seguidores que en teoría le permitirían revalidar al candidato vencedor Iván Hernández y los negoció a cambio de convertirse en funcionario público municipal. Eso le valió ubicarse  estratégicamente como Ayudante del Alcalde y como Director Municipal de Deportes y Recreación donde nadie lo recuerda como un gran funcionario, pero le permitió escalar las estructuras novoprogresistas locales e insertarse en el Gobierno Municipal por lo que recibía remuneración.

Eso, en cualquier liga, es talento. Y si primero logró reunirse con el temible Andrés San Miguel para conversar sobre temas nunca divulgados y no perdió y ahora cae del cielo su anterior jefe para apoyarlo y nadie lo ha visto como mal, las casualidades se quedan en la especulación. Hay quien dice que antes las decisiones se hacían en Manatí y que ahora en Toa Alta. Eso no es aceptable ni de broma. Las decisiones tienen que hacerse aquí.

Hay cosas quizás circunstanciales y hasta coincidentes, pero la apariencia cuenta. La suerte a cualquiera le toca, pero no es para siempre. Como dice un viejo adagio: «La mujer del Sultán no solo tiene que ser honrada, sino que tiene que aparentarlo».

La diferencia entre una opinión razonada y la difamación son los hechos. Si los hechos son aparentes o ciertos, cada cual llegará a sus propias conclusiones. Mucho en la política es percepción. Si hay algo en que José Galán debe trabajar, es precisamente en ese campo de lo que los demás pueden opinar de él, evitando esas situaciones que marquen bandera roja en sus ejecutorias.

JOSE GALAN EN REUNION CON GARY RODRIGUEZ

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