

Por Edgar Orilla
…En términos generales, esa es la percepción, no importa como sea señalado, simplemente está en control…
Y si en algo nos falla, o nos deja de cumplir, con realizar las cosas a su tiempo, cuando él lo decida, y si lo dispone, será suficiente para que todo sea «miel sobre hojuelas de maíz”; todo corresponde por asuntos del pasado.
Se puede decir de la administración de Marcos Cruz mil cosas, pero debemos estar claros, y aunque suene demagogo, los eventos del pasado que se suscitaron en Vega Baja dieron base a lo que hoy es nuestro presente, el mínimo esfuerzo de esta administración es visto por la masa como enorme y suficiente.
Y tiene algo de cierto esa aseveración, saltan a la vista los sucesos de los últimos meses, quejas , descontentos , reclamos de los que de una u otra forma fueron participes en la victoria, otros, artífices silentes, todos colaboradores de una u otra forma, no obstante Marcos ahí, ahí, ahí.
Podemos catalogar y nombrar a esta administración como la del Fenómeno Marcos Cruz, un individuo en control del aparato público, y de la propia opinión, sin demostrar encono con nadie, pasando todo por alto, esto debido a su naturaleza callada y tímida, evitando los espacios con dos o tres personas donde tenga que socializar individualmente con cada uno. Prefiere nuestro alcalde a las multitudes, pues aparte de ser un excelente medio de proyección y saber cómo explotarlo en los medios, domina mucho mejor esos ambientes, y lo hace lucir como un hombre de estado por su oratoria.
Mantiene Marcos Cruz una disciplina pasmosa y hasta chocante para muchos, no es comunicativo, esquivo, o prefiere filtrar la información, creo que a medida que se le conoce sabemos que es humano, debemos de quitarnos la venda de los ojos, como tal tendrá que enfrentar la aceptación o el rechazo. Mientras tanto no caben dudas, está en absoluto control sin mostrar trazos de debilidad.
Sin apartarme de la realidad existencial, creo que como todo político que pretende hacerse al poder tuvo que haber accedido a peticiones. ¡Ah! , “Las peticiones”. No habló de actos de corrupción, sino de esos cruces de palabras donde el Pueblo pide y el candidato accede de resultar favorecido, y en esa línea solo con las ganas de llevar el pan a la mesa hoy algunos le pasan factura, si así prefieren llamarle a los compromisos “aunque sean de agua:, ojo, es cuando se materializan los sueños truncos. Hasta donde sé, no es delito pedir trabajo como tampoco recordarle a un poderoso “mira yo estuve contigo en las malas, como podrías ayudarme ahora que estas en las buenas”. ¡Si se ayudan a desconocidos, cuento más a un conocido!.
Es decisión de cada cual, como quiera manejar sus reclamos, peticiones, o como deseen llamarle a los asuntos que considere de importancia y que les afecte personalmente, unos actúan de esa manera, otros no lo harían porque dicen que sienten vergüenza, otros porque sencillamente no necesitan hacerlo por el medio de vida que los sustenta, O si lo hacen sus valores se trastocan.
Lo importante es demostrar que los vegabajeños estamos dispuestos en ayudar a la reconstrucción del país, que no es con palabras que estamos dispuestos en lograrlo, que solicitamos trabajo por encima de opiniones adversas, y que nos sobreponemos a ellas, llegando a cualquier dependencia, pública o privada y reclamar lo que nos corresponde, más aún si es en Vega Baja, Hallan o no hallan acuerdos previos, y de agua. Expreso esto reconociendo de todas formas que cada quien tiene el derecho a expresarse aunque sea desde su punto de vista correcto o incorrecto.
Si yo pensara que solicitar ayudas a los alcaldes es indecoroso o guarda vínculos de corrupción por favores o peticiones previas, sería el primero que guardaría la pluma por siempre, cada caso es diferente, a quien si no al alcalde. Cuando este falla o suprime la ayuda enfrentará la aceptación o el rechazo en los comicios electorales y asunto concluido.
Si yo pensara que solicitar ayudas a los alcaldes es indecoroso y guarda vínculos de corrupción, yo habré de ser el mayor corrupto por solicitar ayudas para mi Pueblo en tiempo pasado y presente, y a la vez el más rechazado por las peticiones no concedidas.
Cónsono a lo anterior; Leo en las redes sociales a personas que critican a otros que reciben ayudas federales y sociales, quizás no hay cosa que más me moleste que un comentario despectivo a quienes reciben esas ayudas. Simplemente no hay derecho, no es agradable en la sociedad criticar de manera burlona, cínica, sarcástica, a personas con necesidad, nadie sabe lo que viven esos seres, el problema surge cuando creyéndonos superiores damos rienda suelta a nuestra consideración de los asuntos que no deben de importarnos a menos que sea para ayudar a resolverlos.
…Si queremos verdaderamente salvar el país primero debemos pensar en salvarnos nosotros mismos, lo mismo en Vega Baja…
Edgar Orilla