
Por Diosdado Cano Rodríguez
Saludos vecinos,
Seré breve.
La política se mueve en el ámbito de la simpatía. (La idea original no es mía, es los filósofos griegos del 5to al 3er. siglo antes del nacimiento de Cristo (entre Parmenides y Epicuro) y los pensadores de la Ilustración al comienzo de la edad moderna. Les recuerdo que esta edad histórica que vivimos es la post contemporánea)
Entiéndase como político, quien se ha abocado a ser líder y con la capacidad de proyectarse con la posibilidad de traer cambios y mediante la identificación solidaria con las necesidades individuales del elector. Y en muchos casos, adelantar sus propios intereses económicos. (Baraja oculta de su juego).
Si, son formas del populismo.
No tiene nada de racional. Es pura emoción.
Los políticos de hoy son faranduleros. Claro eso es en la democracia representativa, pues en otros momentos y temporadas, como invasiones, militares, intereses económicos de derecha e izquierda y otras motivaciones, han acorralado y secuestrado el poder, con el apoyo o apatía de las masas, o en su contra y por temporadas.
Y funciona su discurso emocional, con artificios propagandísticos y venta de sueños. Piense en estos ejemplos;
“La Independencia es nuestro futuro natural”, dicen unos. “Futuro natural”, no me diga. Pero la muerte también los es. Y además es lo único seguro, materialmente hablando.
En la economía y la política, no hay verdades absolutas. Ese es un discurso viejo de los tiempos en que más de la mitad población era analfabeta y más aún ignorantes del conocimiento que no les era útil a su subsistencia.
Ese discurso es obsoleto y pasé. Del siglo pasado.
Por eso nos hablan de quienes ellos denominan patriotas y los traen a colación como referentes y ajustan sus ideas a lo que ello creen, que pensarían hoy, aún cuando saben que este es otro tiempo, otro Puerto Rico y otra gente.
“La Estadidad es seguridad” ¿Pero existe la seguridad en este universo convulso de caos?
Claro, cómo vivimos en la inseguridad (que es el estado natural de todo lo que está sujeto a evolución, lenta o abrupta), la ilusión de la certeza nos asalta y atonta, como el alcohol y las drogas. Oferta de sueños.
Pero como le dije, el arte de la política es subyacente al manejo de las emociones desde la proyección de imágenes y sueños. Cualquier artificio está permitido desde el mentir, ocultar la verdad, hasta y sobre todo el sofismo (hablar palabras huecas, con una racionalidad ambigua y manipulativa, si acaso).
Sobre el ELA, lea el periódico, oiga la gente y concluya.
No todos votamos por las mismas razones, pero al final lo hacemos por simpatía y esperanza.
Como le dije, simpatía, no como un intercambio de sonrisas, si no, como la identificación con las palabras de esperanza y la identificación del líder con lo que creo son mis necesidades o racionalidad particular.
Los que se beneficiaron con la administración del convicto ex alcalde, Edgar Santana,
lo defienden y no evalúan, ni valoran sus desmanes presupuestarios, ni lo que robo, según el Contralor y F.
Los idealistas afiliados tradicionalmente a su partido (el que sea) votan por sus candidatos sean quienes sean, por disciplina y fidelidad (más emocional que racional) a sus ideales.
Yo voto por Vega Baja, que es mi realidad inmediata. Donde están mi casa y mi finca, que ahora valen menos que nunca. Donde viven mis hijos, que están desempleados y sin esperanza. Donde nací y están enterrados mis antepasados y donde espero que depositen mi cuerpo, cuando se me acabe el tiempo.
A nivel local pienso, que aparte de la crisis de los sistemas económicos, crisis natural y evolutiva de ellos, (ver la historia) lo importante ahora es la estabilidad financiera del municipio.
Desorden, abuso y saqueo por quienes ya usted sabe, nos llevo a la ruina, pues el ex alcalde Luis E. Meléndez Cano dejó un superávit (sobrante presupuestario) y un fondo de inversiones de más 5 millones de dólares.
Verdades que están en los números.
Mi simpatía y esperanza está en quienes son o sean pulcros con las finanzas públicas, en lo que llega la bonanza que es recurrente dentro de las oscilaciones cíclicas de los sistemas económicos. La historia es mi testigo referente.
Lo demás, son detalles.
Gracias.
Diosdado Cano Rodríguez, MAED, MPA. Vegabajeño.