
EL REGALO DE MAMÁ
Por Héctor Figueroa Casanova
*
Mateo 6:21
Porque donde esté vuestro Tesoro,
allí estará también vuestro corazón.
*
Hija- Mamá, que quieres que te regale en tu día?
Mamá- Hija, quiero que me regales amor.
Hija- Pero mamá, eso no se come ni se usa.
Mamá- Tienes razón hijita, es un regalo del corazón,
pues si no puedes, podrías regalarme comprensión.
Hija- Pero mamá, yo no sé dónde comprarla.
Mamá- También en el mismo lugar, pero si no, puedes regalarme un buen comportamiento.
Hija- Mamá, yo no he visto vendiendo eso.
Mamá- Ni humildad ?
Hija- Menos, mamá.
Mamá- Ni laboriosidad ?
Hija- De que hablas mamá?
Entonces, un poco agotada de preguntar, le preguntó a su hija;
Mamá- Entonces, que me podrías regalar?
Hija- Pues yo, te podría regalar, una ropa de «Loft», una cartera de «Coach», un reloj de «Tous», una pulsera de «Pandora» una Tablet o una cámara digital.
Mamá- Pues yo no sé hija, tengo ya setenta años y no veo mucha utilidad para mí en esos regalos, además, he estado muy delicada de salud.
Hija- Yo lo sé mamá, pero si veo que no los usas voy y los cambio para mí.
La mamá leyó todo lo que en aquel corazón había, sonrío y le dijo; Anda hija cómprame los regalos que tanto anhelas..
La hija hizo su lista de regalos para la mamá y en la semana siguiente, el día víspera de madres compró todos los regalos a su mamá. Al fin llegó el día de honrar con los regalos a su madre y partió hacia donde ella vivía. Cuan grande fue la sorpresa, que al llegar a la casa mucha gente del vecindario se encontraba en ella.
Hija- Que pasó Don Miguel, dígame Doña Ana; porque están todos aquí ?
Doña Ana- Es que tu mamá acaba de morir.
Hija- ! Pero, eso no es posible, si vengo a traer sus regalos del Dia de las Madres. Los que yo escogí para honrar su Dia.
Al entrar al cuarto de su madre, donde yacía su cuerpo ya sin vida,la hija inmediatamente entró y pudo observar que su madre tenía una mano abierta y una cerrada. La hija decidió abrir la mano cerrada y encontró una breve nota de su madre que decía :
Mamá- Hija, gracias infinitas por los regalos. Espero les saques buen provecho y te los disfrutes. Me sentiré muy feliz de que así, sea. De mí te diré que llegué a un lugar que encontré todos los regalos que necesitaba. También me dijeron que eran eternos y gratuitos. La otra parte de la nota decía: Querida hija, me dí cuenta que los regalos que me ofrecías emanaban de la abundancia de la boca y no del corazón y decidí ir a buscarlos donde hace mucho tiempo me los ofrecían y yo por amor a ti, no me había querido ir. Tomé la decisión pues ya mi alma estaba muy cansada por la enfermedad; para descansar mejor. Desde donde estoy, te seguiré amando y queriendo durante el resto de tus días y siempre estaré orando por tí, para que algún día, al igual que yo, los regalos que quieras hacer, o que te gustaría recibir, emanen del corazón, no de la boca o del bolsillo. Mientras, me encuentro muy feliz en éste mi nuevo hogar lleno de espiritualidad, amor, humildad, sencillez, respeto, cuidados especiales y cosas que ni te imagines, que algún día también disfrutarás a plenitud. Mientras tanto, espero que día a día, vayas aprendiendo sobre las cosas importantes de la vida. Por acá, donde yo estoy, las cosas son diferentes; demasiado. Bueno hija, me despido de ti con amor eterno. Te agradezco por siempre, el cuidado y las preocupaciones que tuviste por mí. Se despide, tu siempre amada madre; mamá.