Por Gerardo G. Otero Ríos / gerardo.otero@primerahora.com 02/03/2014 | Don Julio Molina Montañez dice que lo único que quiere es tener una casita para vivir en paz y tranquilidad. (nelson.reyes@gfrmedia.com) El octogenario dice que sus familiares no lo buscan y que ha ido a la alcaldía de Vega Baja y que no lo han querido ayudar. Vega Baja. Don Julio Molina Montañez lleva demasiado tiempo viviendo entre la pobreza y el dolor. Hace alrededor de un año, perdió su casa situada en la calle 6 del barrio Pueblo Nuevo, debido al deterioro que la fue consumiendo con el pasar de los años, según contó. Desde ese entonces, el octogenario ha vivido sin un hogar seguro, alojando su cuerpo y espíritu en una casa abandonada en el sector Santa Rosa. “Ya yo llevaba 20 años viviendo allí, en mi casita, pero se me estaba cayendo encima, así que me vine pa’ acá”, comenzó contando don Julio, al describir cómo su antiguo hogar, una humilde casa de madera y techo de zinc, ya no aguantaba más. Don Julio encontró aposento en la marquesina de una casa abandonada que ubica en la esquina frente a las calles Faisán y Caimán. Allí no hay puertas ni ventanas. El hombre duerme en dos colchones tirados en el piso, cubiertos por sábanas viejas y sucias. En el piso guarda algunas latas de galletas de soda, jugos y otros productos enlatados, que igual son pocos para su sustento. Tato, como le suelen llamar en el barrio, dijo que no tiene familia que lo pueda ayudar y que ha pedido ayuda al Municipio pero sus reclamos no han sido atendidos aún. “Tengo familia pero viven lejos y no me ayudan. He ido al Municipio pero tampoco me ayudan. Fui a pedir ayuda para mi otra casita y me dijeron que me iban a ayudar pero no hicieron na’”, manifestó impotente. Al día de hoy, lo único que don Julio tiene seguro es el traguito de café que va a buscar en las mañanas al Tribunal de Primera Instancia de Vega Baja. “Yo voy de lunes a viernes y siempre me dan mi cafecito”, dijo, mostrando una sonrisa, aun cuando le ha tocado llevar la peor parte en la postrimería de su vida. “Yo quiero una casita. Eso me haría muy feliz”, confesó. “Rechaza” las ayudas gubernamentales Mientras, la directora de la Oficina Municipal de Asuntos a la Familia, Sheila Cruz Martínez, indicó a este medio que, contrario a la versión ofrecida por el anciano, el Municipio sí ha hecho las gestiones para atender este caso. “Nosotros supimos sobre la situación de don Julio a través de una vecina, que fue la que vino a nuestras oficinas para darnos conocimiento de lo que estaba pasando”, dijo en entrevista telefónica. “Lo visitamos en varias ocasiones pero nunca estaba en la residencia”, alegó. Cruz Martínez aseguró que, de todas formas, el caso se refirió al Departamento de la Familia para propósitos de investigación. “En estos momentos nos tenemos que volver a reunir con el señor o algún familiar que pueda tomar esa decisión (de salir de allí)”, apuntó. La funcionaria señaló también que el caso podría caer en manos del Municipio de Vega Alta, ya que la casa que actualmente habita se puede identificar como parte de esa jurisdicción. Aún cuando se intenta reducir la situación que atraviesa don Julio a una discusión meramente jurisdiccional, la realidad es que la casita que perdió sí ubica en el Municipio de Vega Baja, y sigue allí, abandonada. Así las cosas, parece ser que don Julio seguirá pernoctando en un pedazo de edificio ajeno, aún teniendo un lugar que le pertenece en ley, pero que vio cómo se le fue al piso.
Alcalde de Vega Baja firme en ayudar a don Julio
Por Gerardo G. Otero Ríos / gerardo.otero@primerahora.com 02/03/2014 |

Marcos Cruz Molina aseguró que continuará haciendo todo lo posible para lograr que el anciano tenga una mejor calidad de vida.
El alcalde de la Ciudad del Melao Melao, Marcos Cruz Molina, reiteró sus intenciones de ayudar a don Julio, el anciano de 84 años que vive en condiciones infrahumanas. Cruz Molina aseguró que continuará haciendo todo lo posible para lograr que este tenga una mejor calidad de vida.
¿Usted sabe cómo está viviendo don Julio?
Sí, y por eso nosotros referimos el caso al Departamento de la Familia para que pudiera atender y asistir a este señor.
¿Qué se ha hecho?
Lo que sucede es que el señor se ha mostrado reacio y no quiere salir de esa residencia. Nosotros no hemos podido hacer mucho porque dependemos de la disposición de la persona.
¿Cómo que no se ha podido hacer mucho?
Es que, por ejemplo, una de las alternativas que le brindamos era ingresarlo a un hogar para envejecientes que tenemos, que se llama Bartolo Joy. Pero, para poder ingresarlo a un hogar o centro la persona tiene que estar de acuerdo porque no lo podemos llevar allí obligado. Nosotros le hemos brindado diferentes ayudas pero él no las quiere.
¿Qué otras ayudas le ha ofrecido?
En primero lugar, como te mencioné, está el hogar de envejecientes Bartolo Joy. Ahí tendría todos los cuidados y atenciones necesarias. En segundo lugar, se le podría gestionar el ingreso a un centro privado. De hecho, el Departamento de la Familia se ofreció a pagar el costo del centro de cuido, si es que el señor lo acepta.
¿Usted ha tenido la oportunidad de conocerlo?
Bueno, lo que pasa es que él no ha ido a buscar ayuda al Municipio como tal. Tampoco he podido visitar el lugar donde vive pero tan pronto llegó a nuestra atención la situación por la que está pasando, movimos nuestros recursos y se envió una trabajadora social para que hiciera lo propio.
¿Se compromete a ayudarlo de la manera que sea necesaria?
Yo siempre he estado comprometido con él y con todo el pueblo. Yo no tengo ningún inconveniente en visitarlo y hablar personalmente con él. Lo vamos a intentar una vez más y yo personalmente lo visitaré.

